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Creo haberme referido ya, en algún otro comentario, al hecho de que Juan Rosell haya conseguido acceder a la presidencia de la CEOE. Y creo que lo hecho valorándolo de forma muy positiva.

. Y me consta además que se está dedicando intensivamente a ello aprovechando también el nuevo talante configurado por Valeriano Gomez y su nuevo equipo.

Frente a Diaz Ferran cuya probablemente única virtud fue la de negarse a firmar cualquier tipo de acuerdo en el marco del diálogo social el nuevo presidente no puede ni va a hacer lo mismo. Ni es su talante, ni tiene ninguna rémora personal o política y además no es tampoco lo que el país necesita en estos momentos. Ah y parece que tampoco es esto lo que pueden permitirse ni Toxo ni Mendez.

Por tanto pronostiqué que «acuerdo vamos a tener» y espero que este sea del suficiente calado para conseguir alguno de los objetivos que son imperativo poner en marcha, empezando por el mensaje a los mercados de que por una vez somos capaces de ponernos de acuerdo.

Estoy plenamente de acuerdo con Iñigo Sagardoy en que algunos aspectos de la reforma laboral van a ser poco aplicables, y que aunque probablemente no se va a llegar donde probablemente necesitamos. A pesar de ello estoy convencido de que se va a avanzar en un camino adecuado, a pesar de que se vayan a limitar las posibilidades del despido con indemnización de 20 días. Juan es consciente de que, como muchos compartimos, en la reforma a impulsar y en las actitudes a implantar hay elementos mucho más importantes y de más transcendencia que éste.

Lo que creo que se va a hacer es pactar una reforma del sistema de pensiones que manteniendo el retraso en la edad de jubilación establezca medidas compensatorias que la hagan aceptable para los sindicatos. En segundo lugar definir un nuevo marco de negociación colectiva que recordemos no ha cambiado desde los primeros años de la democracia y que se fundamentaron en necesidades hoy totalmente superadas. En tercer término arbitrar algunas disposiciones que permitan seguir avanzando en el impulso a las políticas activas de empleo.

En relación a este punto solamente una breve introducción (ya me referiré más adelante en profundidad a este punto). Aunque probablemente la norma recientemente publicada en el BOE sea la únicamente posible, siendo como es un paso adelante no resuelve (y creo que muchos de mis lectores compartiréis mi opinión) los dos grandes hitos que hoy no parecen abordables pero que sin duda van a ser necesarios abordar en el futuro.

De una parte la ruptura del mercado de trabajo como consecuencia de la descentralización que se producido en este ámbito en las 15 comunidades autónomas ( recordemos que Ceuta y Melilla siguen siendo territorio del Servicio Publico estatal de empleo ), y de otra la falta de instrumentos de medida y de valoración de dichas políticas que permite, como sabe creo todo el mundo, que una parte de los fondos se destine a actividades que poco tienen que ver con el impulso al empleo.

Por cierto este último punto es uno en los que me fundamentaré en mi comentario/crítica a la norma que acaba de aprobar por el ejecutivo.