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Iniciaba el post del mismo título (publicado hace 3 años) con la frase de que “sin transparencia no hay futuro”.

Una frase que describe, a mi juicio perfectamente, las relaciones entre la política y los ciudadanos y que es perfectamente aplicable, como no podía ser de otra manera, a lo que ha ocurrido en Catalunya en los últimos años.

Por cierto, puede pareceros extraño que me atreva a reflexionar sobre una situación política y sobre el resultado de unas elecciones, cuándo estas ya se han celebrado, aunque permitirme reconocer (como por otra parte pueden ratificar todos aquellos que me preguntaron), que mis predicciones eran muy claras y además han resultado ser coincidentes con el resultado final.

Creo que ha ocurrido lo razonablemente esperado. Cualquier hipótesis dirigida a pensar que el conjunto de los partidos que forman el «bloque constitucional» tenía alguna posibilidad de victoria estaba claramente condenada al fracaso. Y además estoy convencido que el hecho de que se haya producido un alto nivel de abstenciones, no ha tenido una gran incidencia en los resultados.


Sin embargo, lo que es válido para los resultados electorales no lo es para las alternativas que aquellos ofrecen. Aquí si que es aplicable el criterio de que “sin transparencia no hay futuro”.


Conviene recordar, como escribí en Mayo 2018 en un post accesible en el link  http://pauhortal.net/blog/sense-claredat-no-hi-ha-futur/ que “el motor del proceso no ha sido la clase política sino la ciudadanía”. Un proceso fallido como consecuencia de: «La falta de madurez y compromiso de la clase política para analizar los costes de transición (y no me refiero simplemente al concepto de costes económicos). La presencia de una masa social insuficiente para que pudieran superarse todos los retos, (..) La inexistencia de un apoyo político y financiero internacional (sin ellos estaba claro que el proceso fracasaría)». Otras causas fueron desde los errores cometidos en el análisis de las posibles reacciones del Estado hasta que no se tuviera en cuenta el principio de que «sin transparencia no hay futuro».

Volviendo a la realidad de febrero del 202, desde mi punto de vista, lo relevante no es quién ha ganado y quién tiene la capacidad de gobernar, sino que se debe y puede hacer con esta victoria. Afirma Esther Vera en el editorial del periódico Ara del domingo 14/2 (día de las elecciones), titulado “depèn de tu”. “Todos los actores políticos que pueden articular una mayoría saben que el diagnóstico para afrontar el futuro pasa, a corto termino, por la libertad de los actores políticos, por la superación de la pandemia a través de la vacuna, y por la toma de decisiones económicas dirigidas con acierto a sacarnos del pozo en el que vivimos”. Lo que supone «de facto» una llamada a la transparencia.

No deberíamos olvidar que la crisis que estamos viviendo va a tener un impacto mayor a la que vivimos en el periodo 2008-2012 y que vamos a ser los primeros a vivirla con mayor virulencia como consecuencia de una realidad económica fundada básicamente en los servicios y el turismo (dos de los sectores más afectados por la pandemia). Elegidos ya a los políticos que deben de gestionar la “cosa pública” es lógico plantearse cuáles son las prioridades y si entre ellas debe de estar, ahora mismo, la causa independentista.

Mientras tanto lo que las elecciones han puesto de manifiesto es que muy a menudo las élites españolas siguen sin entender bien lo que ocurre en Catalunya y sin hacer nada por intentar entenderlo. Las consecuencias lamentablemente las estamos viviendo todos, y no sólo los ciudadanos catalanes.

Una de las frases más repetidas por el candidato Illa (PSC) en esta campaña ha sido “¿Alguien está en contra de diálogo dentro de la ley?”. Aunque como bien afirma Toni Soler en el medio citado, también el pasado domingo electoral, la pregunta debería de ser “Alguien está en contra de dialogar para cambiar la ley cuando esta entra en contradicción con las aspiraciones de la mayoría”.

Para terminar este comentario simplemente constatar que, desde mi perspectiva personal, lo publicado en los medios internacionales sobre el resultado electoral y la situación catalana resulta mucho más acertado que lo que se ha publicado en muchos de los medios “españoles”.

¡Seguimos! Queda mucho camino por recorrer….