Como sabéis, aunque de una forma menos intensa como consecuencia de la mayor exigencia que me plantea los retos que afrontamos en la Fundación Ergon, sigo prestando atención e interés a los temas relativos a la gestión del Sector Público a través de la iniciativa del Fórum de Gestión del Sector Público.
Desde la puesta en marcha del Fórum en 2021 hemos abogado por la necesidad de promover e impulsar los cambios culturales y en la gestión del Sector Público con el único objetivo de que éste fuera más capaz de dar mejores respuestas a las demandas y necesidades ciudadanas.
En este sentido, tal como hemos destacado en el Fórum Opina de este mes de Febrero he recibido con interés y deseo mostrar mi total apoyo a los planteamientos e iniciativas que se proponen desarrollar los líderes del nuevo Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública. Unas medidas que están motivadas, sin duda, por su interés en evitar que el Sector Público se convierta en una rémora para el desarrollo social.
Unas medidas que desde el Fórum hemos resumido de la siguiente manera:
- La eliminación del sistema de cita previa como criterio único y obligatorio de relación entre el ciudadano y la Administración Pública.
- La necesidad de abordar el relevo generacional revisando el concepto de tasa de reposición y arbitrando nuevos sistemas de reclutamiento y selección.
- La modificación del concepto jerárquico y piramidal de planificación estratégica de recursos ofreciendo más autonomía para que cada organización pueda ser más autónoma en la gestión.
- La puesta en marcha de un nuevo modelo de gestión en base a funciones y competencias, lo que supone romper definitivamente con los conceptos de evaluación y carrera tradicionales e impulsar la movilidad interna dentro de las AAP.
- La creación de una unidad transversal que promueva la movilidad interna dentro de las AAPP y que identifique a profesionales dispuestos y disponibles para aportar valor más allá de lo que determina su clasificación y encaje operativo y funcional.
- La apuesta por desarrollar la figura del Directivo Público Profesional.
Y (g) la creación de una agencia de evaluación de políticas públicas.
Unas medidas que intentan, dar una respuesta positiva, a los cambios que si o si debe de afrontar las AAPP superando un modelo de gestión que, salvo algunas destacadas excepciones, sigue centrado en conceptos y criterios más propios del siglo XIX que los que resultarían adecuados para responder a las necesidades y demandas del siglo XXI.
Unas medidas que colisionan frontalmente con las dinámicas de gestión que parten de un respeto “decimonónico” a unas estructuras necesitadas de nuevos mecanismos y que frente a las nuevas realidades tienen la tendencia a resolver los problemas a través de la búsqueda de soluciones basadas en la implantación de nuevas herramientas y procesos (nuevas tecnologías, inteligencia artificial etc) olvidando la relevancia de los factores culturales.
Una metodología/forma de actuar que puede ser atractiva a corto plazo pero que es totalmente contraproducente a medio y largo plazo. Hablamos de la falta de motivación y del compromiso de muchos profesionales, pero no somos capaces de atender sus demandas, a menudo llenas de sentido común. Tendríamos que tomar consciencia de que es necesario dar impulso (con carácter previo o como mínimo coincidente a la puesta en marcha de las herramientas) a procesos dirigidos a promover los cambios culturales que muchos, incluidos los propios profesionales que actúan en el sector público, ya han incorporado en su vida personal, pero que hoy están muy lejos de implantarse en las organizaciones que conforman este sector, empezando por la transparencia en la gestión.
[…] propuestas del Ministerio están descritas en el post anterior de esta serie accesible en Sector Público: ¡Un rayo de esperanza! – Pau Hortal y están alineadas con las defendidas por nosotros, concretamente en el proyecto que denominamos 5 […]