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El pasado 29 de diciembre el Pais publicaba una carta abierta de José Carlos Diez al Presidente del Gobierno. Hoy en pleno debate del estado de la nación me atrevo a publicar este post. 

Como, por otra parte, me parece que la carta no tenía desperdicio me limitaré a publicarla casi íntegramente, destacando las frases que considero más relevantes y añadiendo algunas anotaciones, cambios y comentarios propios, señalados, en este caso, en paréntesis.

“Señor presidente: he decidido hacer pública esta carta al escuchar los datos que usted ha usado en su rueda de prensa de balance de 2013. Los (desempleados) registrados en el INEM no disminuyen por haber encontrado un empleo. Han tirado la toalla y han dejado de confiar en usted y en la recuperación. Muchos han dejado de buscar empleo y otros muchos han huido de España ante la incapacidad de encontrar empleo en nuestro país y no tener expectativas de encontrarlo en el futuro.

La Seguridad Social no va bien (ha cerrado el año 2013) el año con un déficit de 1,8% del PIB o sea 18.000 millones. Es debido a que finalmente (aunque el ritmo de destrucción de empleo ha ido disminuyendo, como no podía ser de otra manera con casi 300.000 desempleados más). Además, las empresas destruyen empleos estables de personas mayores de 45 años y los están sustituyendo por otras contratadas a tiempo parcial y con salarios precarios, (el resultado ya se sabe, menor recaudación y mayor déficit).

El déficit público tampoco va bien. La destrucción de empleo y la bajada de salarios a reducido la recaudación del Impuesto sobre la Renta. El IVA ha subido por el aumento de los tipos pero no por la mejora de actividad. Los ingresos fiscales están estancados en 2013 y eso supone 4.000 millones de euros menos de lo que usted estimó en los presupuestos y a eso hay que sumar otros 4.000 millones en la Seguridad Social.

En 2013 vamos a pagar más intereses por la deuda pública. La deuda aumenta unos 10.000 millones al mes que es lo mismo que costó el Plan E que usted tanto criticó. Entre enero y octubre el déficit reconocido por la Intervención General de la Administración Central es de 37.000 millones. Un 10% superior al de 2012 y un 15% superior al que usted heredó del Gobierno anterior. La deuda pública va a acabar el año con un cifra cercana a un billón de euros, 100.000 millones por encima de 2012.

La prima de riesgo no ha bajado fruto de sus reformas. (Al contrario el descenso ha sido generalizado en el conjunto) de los países periféricos europeos y el país donde más ha caído es en Grecia. La banca española ha financiado la mitad del aumento de la deuda pública, mientras los inversores extranjeros sólo el 15%. Pero estos mismos inversores extranjeros han vendido bonos, acciones y préstamos a empresas y bancos españoles por más de 30.000 millones.

Las exportaciones no van bien. Tuvieron dos meses excepcionalmente buenos la pasada primavera pero desde entonces se han frenado en seco. Nuestra competitividad no ha mejorado desde 2011,  (el descenso de salarios) y el aumento de la productividad por la masiva destrucción de empleo ha sido compensado por la intensa apreciación del euro contra el dólar y contra las divisas de países emergentes.

La reforma bancaria no ha funcionado. Le recomiendo que pregunte a pequeños empresarios y familias por la situación del crédito. Qué garantías les exigen y a qué tipo les prestan. Comprobará que las condiciones son peores que antes del rescate bancario de la Troika.

Retrasar el ajuste fiscal nos ha permitido salir de la recesión, pero no compensa los efectos devastadores sobre el empleo y la deuda pública de su ajuste de 2012. EE UU ha demostrado que hay vida después de una crisis de deuda. Pero hace falta un buen diagnóstico y una política adecuada. Tras su discurso es evidente que tiene un error de diagnóstico y eso complica significativamente la salida de la crisis.

Necesitamos crecer mucho más, depreciar el tipo de cambio, provocar inflación moderada, aumentar la inversión, incrementar la recaudación fiscal y reestructurar deudas de familias y empresas para estabilizar la restricción de crédito. A la vez habrá que resolver la tragedia griega, portuguesa, chipriota, eslovena, irlandesa, etcétera.

Si su política económica y la europea no cambian radicalmente, despediremos 2014 con menos población, menos crédito, más deuda y más pobreza”

(¡Demoledor!)