Tiempo de lectura: 2 minutos

He aquí un análisis de los retos fundamentales a superar en la trayectoria personal y profesional de un directivo.

En las etapas iniciales (hasta los 35 años) los retos fundamentales a superar son:

  • Pérdida de la autonomía y de la libertad propia de los últimos años de la etapa de formación.
  • Paso a una situación de dependencia absoluta de un empleador.
  • Choque entre los intereses personales y los profesionales.
  • Adaptación a normas de comportamiento del grupo de trabajo o compañía.
  • Imposibilidad de modificar la situación organizativa.
  • Trabajo rutinario, con poca visibilidad y nulo valor.
En el primer puesto directivo (a partir de los 30-35 años). En esta fase los retos más relevantes son:
  •  Experimentar el primer ejercicio del poder.
  •  Paso de la dependencia a la independencia.
  •  Detectar la importancia del comportamiento humano en la consecución de los resultados.
  •  Aprender a dirigir a personas más expertas que uno mismo.
  •  Adquirir el “saber hacer” para manejar las relaciones con los superiores.
  •  Experimentar la aplicación de conocimientos técnicos con una visión más organizativa y generalista.
  •  Evitar el autoengaño y la ansiedad por alcanzar el status directivo.
  •  Privilegiar la ilusión al realismo. Definir donde se quiere llegar.

En las etapas intermedias. (35 a 50 años), Es ahora el momento de:

  • Definir la orientación a dar a la carrera en base a las habilidades, valores y motivaciones.
  • Acertar en el dilema: técnico versus directivo o especialista versus generalísta.
  • Gestionar adecuadamente los cambios en la función y la organización.
  • Aceptación de las propias limitaciones y acomodación de los sueños a la realidad.
  • Resolver la tensión entre las tres esferas o ámbitos de la vida: profesional, familiar y social-profesional.
  • Acomodación de la propia carrera a la carrera profesional del cónyuge.
  • Desarrollo de la red de relaciones personales dentro y fuera de la organización.
  • Aprender a delegar. Ser mentor y líder.
  • Aprendizaje del ejercicio del poder.
En la etapa final: 45-60 años. Los nuevos retos:
  • Tentación de abandono de la formación permanente.
  • Actitud positiva al hecho de dejar paso a los jóvenes.
  • Estar dispuesto al traspaso de poderes.
  • Extensión de las red de relaciones personales en beneficio de la organización.
  • Búsqueda de otras actividades o centros de interés.
Este comentario está inspirado en las ideas del Profesor Pin (IESE). Todo un clásico. A pesar de que el texto que inspira esta entrada probablemente se publicó hace 20 años sigue siendo un referente clave para la gestión de la carrera directiva.