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La semana pasada asistí a la conferencia que dió el comisario Almunia sobre las prioridades del vcurso 2010-2011 en  en la agenda europea.

Realmente no me ha parecido que ha tenido en este caso la brillantez a la que nos tiene acostumbrados. Joaquin ha señalado cuales son las prioridades: Salida de la crisis, Afrontar las consecuencias sociales y Rol de Europa en el nuevo entorno mundial. Nada nuevo.

He visualizado en su discurso un cierto conformismo y un lenguaje que no considero que sea el nuevo que Europa necesita tanto para resolver sus problemas internos como para asumir un rol preponderante en el nuevo mundo que estamos construyendo. Sigo visualizando que definitivamente en Europa se siguen priviligiando los intereses nacionales y particulares sobre los comunes.

Ha habido dos referencias importantes. La primera sobre el peligro respecto a las actitudes xenofogas (visualizadas en el problema francés con la expulsión de los gitanos rumanos) y la segunda centrada en el informe de los sabios, dirigidos por Felipe Gonzalez, a los que me he referido en alguna otra entrada.

Probablemente se han tomado en las últimas semanas decisiones importantes en materia económica que ayudaran a minimizar el impacto de las crisis futuras (ratio de solvencia del sistema financiero y controles y supervisiones) pero, francamente, no me parece que estemos tomando las decisiones relevantes que necesitamos para responder adecuadamente a la situación con el riesgo de perder cada vez más el peso y la influencia mundial que Europa ha tenido en los últimos 100 años.