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Hay dos personas a las que sigo con mucho interés. Ambos cumplen la condición de ser muy provocadores en el análisis de los temas relacionados con los procesos de transformación y cambio en los que actualmente vivimos.

Una de ellas es Enrique Dans https://www.enriquedans.com/ del que admiro, entre otras cosas, su capacidad para publicar diariamente artículos de máximo interés. La segunda es Marc Vidal https://www.marcvidal.net/blog/ que aunque no es tan prolífico como Enrique es si cabe, incluso, más disruptivo.

Hecha esta introducción hoy quiero referirme al post publicado recientemente por Marc https://www.marcvidal.net/blog/2017/2/17/-jubilacion-del-siglo-xix-mundo-siglo-xxi en el que formula una serie de hipótesis sobre las falsedades en los mensajes que lanza la “clase política” relacionados con la situación de las jubilaciones y la necesidad de retrasar la edad de acceso a esta situación de no actividad. En él se exponen cosas tan acertadas como las siguientes:

“Lo de que el sistema de pensiones no se aguanta empieza a ser aceptado por muchos, por lo menos no del modo en el que lo planteamos desde el siglo XIX. Seguimos con métodos que así lo reflejan y que han sido modificados en su estructura muy pocas veces. La pensión, la ayuda a la subsistencia en el trayecto final de la vida de las personas no deja de ser un invento derivado de un mundo en el que la producción generaba excedentes de capital al equilibrarlo con la fuerza humana o, en su defecto, de la combinación de trabajadores y tecnología”. Un mundo que hoy probablemente está cambiando y que va sufrir mayores cambios, si cabe, en un futuro muy cercano.

“Nos hemos pasado años, casi una década, hablando de la gran crisis del 2008…… (desastre financiero, pinchazo de la burbuja)…… Pero en realidad lo que vivimos fue la mayor deflación económica conocida. Una caída del valor de las cosas y de su coste de producción que si se mantiene en algún punto intermedio es exclusivamente por la marea indecente de dinero electrónico que inyectan los bancos centrales a los que pertenece el de España”. Un mundo que estamos aguantando de forma «artificial» y que es la génesis de los procesos populistas en los que estamos inmersos.

“El mundo laboral será conceptualmente otro o no será. Pocos se están planteando este gravísimo problema. Un mundo sin el empleo tal y como lo conocemos ahora y que deberá, antes de lo que nos pensamos, replantearse absolutamente” Un mundo en el que nada va ser igual y que pone en cuestión algunos de los paradigmas con los que el ser humano ha vivido desde como mínimo la revolución industrial.

Hasta aquí algunos de los mensajes más relevantes de este excelente artículo, aunque todo él es digno de leer, releer y sobre todo reflexionar. Dicho esto y sobre la base de las preguntas que el mismo Marc se formula he aquí las que yo planteo bajo el título “preguntas que necesitamos responder”

¿Cómo vamos a vivir en un mundo en el que el trabajo deje de ser el factor central de la vida humana? Porqué ya nadie pone en duda que el ser humano cada vez va a ser más irrelevante en los procesos productivos.

¿Cuándo y en qué condiciones empezamos a poner en marcha la renta mínima universal? Porqué está claro que queramos o no vamos a tener que implantarla.

¿Cómo nos enfrentamos al reto que supone que una parte muy relevante de la población humana simplemente no pueda “trabajar”? Porqué lo que es claramente constatable es que los procesos de transformación y robotización son imparables y terminarán generando una “dependencia social” hoy impensable.

¿Quiénes serán los pocos que realmente van a ser ‘imprescindibles’? Porqué vamos a precisar que éstos sean los más…… lo que creará, sin lugar a dudas, una desigualdad probablemente desconocida en la larga trayectoria del ser humano.

¿Hablamos de trabajar o de aprender? Un dilema que hoy tenemos, creo, relativamente claro pero cuyos paradigmas cambiarán en el momento en el que vivamos en este nuevo escenario.

¿Seremos más o menos humanos cuando no dependamos de nuestra capacidad de trabajo y de la eficiencia conseguida en el mismo? Porqué el hecho de no tener un “valor” que aportar socialmente (o por lo menos con los mismos parámetros en los que nos hemos habituado en las últimas generaciones) nos hará probablemente modificar nuestros esquemas vitales y de comportamiento.

¿Cómo y de qué manera podemos amortiguar o hacer más fácil el aterrizaje en este un mundo sin empleo? Cuando como afirma Marc en su post disponemos de una clase política que simplemente “mira hacia otro lado” lo que le obliga a preguntase simplemente si esta “clase” dejará de existir.

Son 7 preguntas, aunque podrían ser algunas más. En todo caso son cuestiones que «necesitaríamos responder”.

Termino con las palabras de Marc “No vamos a volver atrás. No hay opciones para eso. Este es el mundo que hemos montado……. Como mucho se puede ir superponiendo otro que se regule a partir de cuanto sabemos que va a ir pasando. Ahora ya tenemos pistas. Hace diez años se creyó que era un tema financiero. Ahora sabemos que era más complejo. Déjense de catalogar ideologicamente las soluciones y compremos el software que lo arregle todo”.

Lamentablemente no es ni será tan fácil…. ¿Verdad?.