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Aunque algunos profesionales y directivos, probablemente afectados por los recientes procesos de reestructuración, pueden manifestarse claramente disconformes conmigo soy de los que pienso que, todavía, en las webs de ofertas de empleo hay mucho de “novedad” y poco de realidad.

A pesar de que en muchos medios las webs de ofertas de empleo, infoempleo.com, infojobs.net, trabajo.com, etc. siguen disfrutando de una aureola de eficacia y de potencia que en mi opinión son totalmente inmerecidas, esta aureola se ve reforzada, día a día, como consecuencia de los comentarios emitidos por muchos profesionales que intervienen en el mercado de trabajo y fundamentalmente por las opiniones emitidas en el mundo digital.

Todo ello está siendo reforzado tanto por la posición de muchos “orientadores” que trabajan en todos los ámbitos posibles que siguen aconsejando de forma prioritaria a sus clientes desempleados que “busquen empleo por internet” a pesar de que el networking y la gestión de los contactos personales y profesionales siguen siendo, como siempre, las mejores técnicas con diferencia para acceder al mundo empresarial y acceder a un nuevo empleo. Pero ponerse a completar formularios compulsivamente en una web es mucho más fácil de hacer y de recomendar.

Como recientemente he leído en yoriento.com “los grandes portales de empleo son auténticas cajas negras en las que uno ingresa datos personales y profesionales pero no obtiene a cambio información válida sobre la verosimilitud de la existencia de las ofertas anunciadas ni del proceso de reclutamiento y selección que se esté llevando a cabo, en su caso”.

Lo peor es que este poco ético estilo de “intermediación laboral” se extiende y cientos de entidades y personas de dudosa reputación están montando también pequeñas webs en las que se publican ofertas de empleo de existencia no verificada y cuya gestión es oscura. Unos cuantas ofertas de empleo publicadas en sitios de autoría y pedigrí poco o nada identificables sirven para atraer a miles de candidatos necesitados de ver la luz en un proceso de búsqueda que hoy les resulta muy difícil como consecuencia del descenso en la oferta de empleo. Parafreseando de nuevo a yoriento.com “a mercado de trabajo revuelto, ganancia de intermediadores”.

Precisamente la falta de transparencia pública, de regulación específica en la gestión de estos portales y miniportales, y una atomización más que evidente dificulta enormemente la evaluación de su eficacia con lo que probablemente el consejo fácil resulta el siguiente: Como no se puede demostrar que no funcionan y por tanto a lo mejor funcionan, es mejor inscribirse en ellos, por sí acaso.