Ayer le comuniqué a mi jefe que había aceptado una nueva oferta de empleo. Hoy al reunirme con la responsable de personal me ha comunicado que están dispuestos a hacerme una oferta para continuar en mi puesto. ¿Qué debo hacer? Maria M. (Badalona)
Aunque los profesionales estamos confrontados diariamente con multitud de decisiones, curiosamente las que afectan a la propia carrera profesional siempre resultan estar entre las más difíciles de tomar.
Una de estas situaciones se producen cuando después de un normalmente largo proceso de selección y numerosas entrevistas se recibe la oferta de cambio al comunicar la decisión a tu compañía esta…. simplemente te hace una contraoferta.
Por tanto el proceso de cambio no finaliza en el momento de la recepción de la oferta. Nada más falso. Queda el último paso, que no es en absoluto el más fácil, de comunicar a la empresa actual la decisión de cambio. Y más cuando ésta reacciona con una contraoferta. Ahí surge el dilema: ¿Debemos mantener la postura inicial de cambio o aceptar la contraoferta? Decidas lo que decidas nunca sabrás con total certidumbre si has tomado la decisión adecuada o te has equivocado. Nadie en el mundo empresarial tiene la bola de cristal.
Si tu decisión ha sido tomada de forma racional y has evaluado todos los riesgos, y aunque tu ego profesional se sienta halagado por una contraoferta, mi recomendación es que no debes aceptarla.
Para que no tengas la posibilidad de recordar las bondades de la empresa anterior cuando surjan las primeras dificultades, puedes volver a examinar los motivos que te impulsaron a entrar en el proceso de selección: deseo de promoción, aspiraciones salariales, desmotivación por un entorno desfavorable (jefe, compañeros, ambiente, reorganización, etc.) o simplemente el hecho de no sentirte suficientemente valorado. Si no cambiaron estos motivos, ¿existe un motivo real para cambiar tu decisión?
Una vez reafirmadas las motivaciones de cambio, lo racional es mirar para adelante, tus intereses, tus motivaciones, las posibilidades de desarrollo. Un cierto miedo al cambio es humano y lógico, pues entrena ciertos riesgos. Sin embargo, insisto, mi recomendación es que no debes de aceptarla.
Existen muchas más posibilidades de que te arrepientas de esta decisión, al margen de que habrás perdido toda tu credibilidad personal ante el head hunter, tu nuevo contratante, etc. Dicho esto es conveniente que tomes en consideración la importancia de una buena gestión de tu salida. Para ello haz una confirmación firme de la “decisión” de cambio y de sus razones (aunque intenta evitar comentarios negativos), los motivos correspondientes, la elegancia de agradecer la contraoferta, y la profesionalidad de tu actuación durante el periodo de preaviso.
En este momento, sin embargo, debes de tomar en consideración que una vez confirmada la decisión irrevocable de emprender una nueva etapa profesional, has de ser receptivo a la posibilidad de que tu compañía te pida que abandones de inmediato tu puesto, sobre todo si el cambio se efectúa en un entorno de competencia. No debes tener sentimientos negativos por esta decisión, que seguro comprenderás si analizas los motivos de su jefe o de la persona que toma esta decisión. Puede ser éticamente necesario y emocionalmente incluso puede serte beneficioso.
A veces puede resultar incluso conveniente de que en el acuerdo de incorporación con tu nuevo contratante figure expresamente la posibilidad de anticipar la fecha de incorporación como consecuencia de esta posibilidad.
En la vida profesional, como en otros ámbitos de la vida, se penaliza a las personas que no son coherentes y objetivas en sus comportamientos. Tómalo en consideración.
Deja tu comentario