Tiempo de lectura: 3 minutos

Nos acaban de anunciar que iniciamos el proceso de fusión con otra organización de nuestro mismo sector. Aunque era una noticia esperada me ha afectado ya que puedo ser uno de los afectados. ¿Qué puedo o debo hacer? Jaime P (Sant Cugat del V)

En un mundo empresarial donde los cambios son cada día más frecuentes y la velocidad los caracteriza, hay pocos empleados que no hayan vivido o tengan que vivir algún proceso de fusión de empresas. Independientemente de sus características, no cabe duda que existe un antes y un después de la fusión, con un proceso intermedio de largos meses o semanas acompañados por un fuerte aumento de estrés.

No te sorprendas si sientes una pérdida de auto-confianza.

Todo cambio genera un aumento del estrés. Una cierta dosis nos pone en alerta para hacer frente a la situación de manera resolutiva. Un grado excesivo merma la confianza en nuestras competencias habituales y nos bloquea para la acción, o incluso para la reflexión. El nivel de resistencia positiva al estrés es esencialmente individual, subjetivo y variable entre personas y momentos. Cuantos mayores sean los riesgos de perder responsabilidades o continuidad en el empleo, más inseguridad sentiremos.

Frente a los rumores calma y muestra profesionalidad. 

De nada te servirá adelantarse y pensar en un eventual despido o merma de sus responsabilidades. Ciertos puestos no permiten duplicidad y habrá re-estructuración y probablemente despidos, pero también habrá nuevas oportunidades de puestos, ampliación de responsabilidades, red de contactos renovada, etc…Puede que surjan situaciones en las que serás observado o preguntado, sobre tu trayectoria, tus competencias, tus objetivos. No dejes pasar la oportunidad. Aprovéchala con aplomo y sin falsa modestia. Sigue trabajando, gestionando e incluso liderando a tu equipo. Transmite serenidad y confianza en el futuro. ¡Tú serás el primer beneficiado!

No cuestiones ni critiques lo que ya esta decidido. 

Esta actitud sólo te servirá para generar tensiones y perder tu motivación. No pierdas tiempo en la crítica. Sólo te restará tiempo y energía. Intenta adaptarte a tus nuevos jefes, colaboradores, entorno, cultura, y objetivos. Concéntrate en tu trabajo.

Habla con tu nuevo jefe y con un Responsable de Recursos Humanos.

Antes de tomar cualquier decisión, se consciente de lo que se espera de ti. Si han tomado la decisión de que abandones la organización manifiesta lo que sientes al respecto. Te ayudará a vivir el momento de transición con más naturalidad y a superar más rápidamente el duelo.

Manifiesta tu interés en el nuevo reto y trabaja para asumirlo.

Si tienes la oportunidad de continuar en la nueva organización valorarán que muestres tu ilusión y aportes compromiso y profesionalidad. Luego piensa que es lo que más te conviene/quieres y prepárate para dar los próximos pasos.

Aprovecha para ampliar su red de contactos.

Es uno de los pilares de sus éxitos profesionales y una enorme fuente de satisfacciones personales. Es el momento para hacer nuevos amigos y disolver viejas enemistades.

Revisa tu diagnóstico y replantea tu futuro. 

Si no te han dado la oportunidad de continuar en la nueva estructura es el momento de que te replantees tu futuro y saques el máximo provecho de los servicios de orientación profesional que habrán puesto a tu disposición. Es necesario que tomes la responsabilidad sobre tu trayectoria profesional.

No pierdas tu autoestima. 

La pérdida de tu empleo puede generarte estrés. Te será de gran ayuda para vivir el periodo de transición profesional y hacer valer tus habilidades y competencias profesionales en el mercado.

Actúa con los demás como te gustaría que actuaran contigo. 

Sea cuál sea el resultado inmediato del proceso para tí toma nota de que no hay nada permanente y que…… Por tanto actúa de una forma profesional y humana en todas las situaciones.  

Jaime te deseo mucha suerte.