Finalmente, no fuí la persona elegida en un proceso de selección en el que todos los datos me llevaban a pensar que sería el candidato elegido. ¿Qué debo hacer? Alfredo S. (Madrid)
Alfredo mi primer comentario es el de que no te hundas. Seguro que en el mercado hay muchas otras organizaciones y oportunidades más adecuadas para ti. Y puestos que se adaptan incluso mejor a tu perfil.
Se consciente que el “timing” de un candidato y el de una empresa u organización que desarrolla un proceso de selección no tiene porqué ser coincidente y que al margen de que es bueno que intentes analizar y validar si has cometido algún error en el proceso, hay muchas circunstancias que pueden ser la causa de la decisión contraria a tus intereses. Y entre ellas la de que, a menudo, las necesidades de la empresa u organización contratante se modifican en y durante el desarrollo del propio proceso.
A pesar de esto, debes recordar que en esta circunstancia es relevante que pidas feedback sobre la decisión a la empresa contratante y el seleccionador o intermediario que pudo intervenir en el proceso. Aunque no esperes que te transmitan los motivos reales de su decisión siempre tendrás alguna pista. En todo caso haz este seguimiento de una forma profesional y mostrándote como lo que eres: una persona que sola desea conocer las circunstancias para una mejora futura.
En cualquier caso toma nota de las siguientes orientaciones:
- Intenta conocer las razones por las que ha sido rechazado. Pregunta por qué te han rechazado. Seguramente no tengas muchas ganas de hacerlo es muy importante que pidas un feedback y conozcas las razones por las que te han rechazado. Esto puede ayudarte en el futuro al margen de que te mostrará como un profesional que “hace su trabajo” ante las personas que han intervenido en el proceso.
- Se consciente de que no es algo personal. Todo el mundo ha sido rechazado en algún momento. Lo que procede es que te levantes, mires de frente y busques nuevas oportunidades. Es incluso posible que el intermediario/reclutador tenga incluso algún compromiso contigo por el hecho, ciertamente probable, de haberte generado expectativas positivas. Aunque conviene que reflexiones si no te autoengañaste en tus percepciones.
- No pienses solo en el rechazo. Analizar exhaustivamente los motivos por los que tu candidatura ha sido rechazada es contraproducente. Es bueno dedicar un tiempo a pensar qué se podría haber hecho mejor, pero una vez hecho este análisis debes continuar y seguir adelante.
- No te desanimes y vuelve a intentarlo. Traza un plan para mejorar en los procesos futuros, aprende de los errores cometidos y trata de que tus potenciales debilidades sean menos evidentes reforzando tus fortalezas.
Te deseo muchos éxitos.
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