Tengo 36 años. Estoy trabajando en una empresa del sector alimentario en el área comercial como Jefe de Producto. Me encanta lo que hago pero acaba de surgir una vacante en el área de producción. Mi jefe me ha lanzado el mensaje de que me dejaría ir si optara a la posición. ¿Me conviene cambiar de función? Marcos P….. (Valencia)
Después de una primera reacción de satisfacción pueden empezarla a surgir las dudas… ¿Verdad? ¿El cambio es realmente una promoción? O es más bien una respuesta a necesidades de la empresa? ¿Cómo afectará al equilibrio de mi vida familiar?
Nuevamente, después de haber agradecido la oferta, lo recomendable no es aceptar o rechazar el supuesto ascenso rápidamente, sino pedir unos días para reflexionar antes de comunicar su decisión.
Tanto si vas a aceptar como a rechazar la oferta, es necesario un periodo de reflexión.
Probablemente también es el momento de formular algunas preguntas sobre la promoción y sus condiciones, que te ayudarán en la reflexión posterior. ¿Corresponde el ascenso a tu plan de carrera? ¿Es realmente un progreso?. No será que simplemente te están intentando quitar del medio? ¿Es el momento de aceptarlo? ¿Qué consecuencias tiene a nivel familiar?
Una vez la decisión tomada, si aceptas la oferta, lo conveniente es manifestar tu satisfacción y tu entusiasmo por el nuevo reto. Y si no la aceptas, comunica que lo has pensado detenidamente, expresa claramente los motivos y define las circunstancias que te permitirían aceptar otra oferta en el futuro.
Ahora bien, si sospechas que no habrá otras ofertas futuras o que éstas tampoco pueden ser atractivas, por los motivos que sean, te recomendaría te preguntes sí te encuentras en el entorno más adecuado para ti.
Según tu propia visión de las responsabilidades que te incumben por lealtad con tu organización, te queda la posibilidad de ser claro en tus percepciones comunicando tus motivaciones e intereses, mantenerte en la posición que ocupas actualmente o simplemente iniciar ya un proceso de búsqueda en el mercado.
En definitiva, siempre se puede rechazar una oferta, mientras seas coherente con tus propios planes: de carrera, de equilibrio personal-familiar y se asuman totalmente las consecuencias.
Ahora bien ¡Intenta reducir en la medida de lo posible las posibilidades de arrepentirte posteriormente de la decisión tomada!
Te agradezco la confianza que has depositado en mí.
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