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En anteriores post «nunca desaproveches una crisis (1) y (2) comentaba la frase pronunciada por Hilary Clinton en una de sus primeras reuniones con los líderes europeos como Secretaria de Estado del gobierno de los Estados Unidos, «nunca deberíamos desaprovechar una crisis«.

Evidentemente esta frase está inspirada en Albert Einstein quién ya hace algunos años expresó el pensamiento siguiente: “No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. Una crisis es la mejor bendición por las que pueden pasar las personas y a los países, porque la crisis trae progresos” Y finalizaba mi comentario haciendo mención al talento.

En esta nueva versión de esta nota, deseo referirme al debate que se está empezando a suscitar (todavía no demasiado evidente ya que el «asunto catalán» lo condiciona todo) sobre la necesidad e idoneidad de las nuevas reformas que, aunque el ejecutivo afirme lo contrario, vamos a tener que implantar como consecuencia de lo que ya parece irremediable solicitud de rescate a la UE.

Como he escrito repetidamente creo la continuidad en el proceso de reforma y un giro en el enfoque de las misas sigue siendo necesario y urgente. Sin embargo creo que la experiencia nos dice, y esto no es nada bueno, que hemos perdido una excelente oportunidad (en los años anteriores de bonanza) para plantearnos los cambios de comportamiento que hoy nos hubiesen –estoy plenamente convencido- preparado mejor para responder a los retos que nos va a deparar el futuro.

Ah…..y cuando hablo de reforma, de no desaprovechar la crisis, me refiero a reformas de calado que impidan la continuidad de una cultura cultura social acomodaticia, de reformas en los planteamientos de representación política, económica y sindical, de convertirnos todos en más eficientes y de potenciar la capacidad emprendedora de nuestros jóvenes.

Necesitamos estos cambios si de verdad queremos enfrentarnos con éxito a los retos que nos depara el próximo futuro.

Cuando la confianza en el futuro se ha convertido en un bien escaso es bueno recordar de nuevo el mensaje de Albert Eisntein. “La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche. Es en la crisis donde nace la iniciativa, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia”:

Prosigo con mis referencias a Einstein “El problema de las personas y de los países es la pereza para encontrar las salidas y las soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos todo es rutina. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Ante la crisis la única receta es el trabajo duro. Acabemos con la única crisis amenazadora: la tragedia de no querer luchar por superarla”.

El talento evidentemente no está en crisis aunque para que realmente resulte útil debemos de incorporarle también unas dosis de esfuerzo. Apliquemos una vez más aquel refrán de «dar un pez o enseñar a pescar».

Y estas reflexiones las pongo en relación con el que poco a poco vamos constatando que será la pieza principal drama del drama que estamos empezando a vivir en España y que no es otro que el del desempleo. Hace poco tiempo se hablaba de la posibilidad de alcanzar la cifra de los 4 millones de desempleados. Muchos analistas sostienen ya que alcanzaremos en 2013, lamentablemente, la cifra de los 6 millones.

¿Vamos a ser capaces de aprovechar la crisis?.