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Es muy común cuando iniciamos un proceso de Orientación Profesional, sea cuál sea el perfil profesional del candidato constatar como muchos de ellos verbalizan abiertamente su «necesidad de encontrar un empleo». 

La tristeza y crudeza de esas narraciones normalmente no consiguen cambiar la valoración de los seleccionadores que finalmente eligen al candidato que consideran más se adapta a los requerimientos del puesto, más puede ofrecer a la empresa y muestra una mayor motivación positiva por el empleo.

Estoy seguro que muchos de estos candidatos hubiesen sido excelentes para ocupar la posición a la que optaban pero en la entrevista utilizaron una técnica equivocada. Trataron de tocar la fibra sensible del entrevistador en lugar de resaltar sus puntos fuertes y enmascarar los débiles.

Un ejemplo concreto. Parece bastante probable que este mismo error fue el cometido por los miembros del COI cuando la Delegación de la candidatura de Madrid que optaba a organizar los juegos olímpicos transmitió el mensaje “Madrid necesita los Juegos.”. El resultado lo conocemos todos.Mi punto de vista es que en la historia de la venta de la candidatura de Madrid ante el Comité Olímpico se cometieron los mismos errores que cometen muchos candidatos en un proceso de búsqueda.

Para conseguir el objetivo no debe solamente tenderse a tocar la fibra sensible del entrevistador. Lo que se debe de hacer es destacar las capacidades y cualidades que como candidato disponemos, tomar en consideración la oferta de los competidores y mostrar flexibilidad y motivación por el puesto.

Y una última (que también es aplicable al ejemplo de Madrid). Aprender de los errores. 

Una cosa es la necesidad y otra la gestión del mensaje.