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¿Alguien se acuerda del metaverso?

Hace algunos días pregunté a Chat GPT (recordemos que su última actualización se produce en Setiembre del 2021) y su respuesta es la siguiente “Hasta mi última actualización el concepto de metaverso estaba ganando mucha atención y se estaban llevando a cabo importantes desarrollos en la industria tecnológica y de los videojuegos.

Han transcurrido 2 años, el tiempo pasa muy muy rápido y resulta que nos hemos olvidado de él. La primera pregunta es: ¿Qué ha pasado con él? 

Si sigo analizando la respuesta de Chat GPT constato que “El metaverso se perfilaba como un espacio virtual interconectado donde las personas podrían interactuar de formas diversas, desde jugar videojuegos hasta trabajar, socializar y crear contenido. La idea era que estos mundos virtuales estuvieran interconectados y que los usuarios pudieran llevar sus identidades digitales de un lugar a otro” Unas expectativas que chocaban con los desafíos y preocupaciones que surgían al respecto de elementos tan relevantes como la regulación, la seguridad y la privacidad. “El éxito del metaverso dependía en gran medida de avances tecnológicos continuos, como la realidad virtual, la realidad aumentada, la inteligencia artificial y la conectividad de alta velocidad. Estos avances eran esenciales para crear experiencias más inmersivas y realistas».

Y la segunda pregunta es: ¿Dónde están todos aquellos que creyeron en esta plataforma e incluso los que llegaron a convencer a otros sobre la necesidad de hacer grandes inversiones en ella?.  He hecho el ejercicio de entrar en Google y escribir el término de Metaverso. Te encuentras con la siguiente definición (por cierto, sacada de la Wikipedia “Metaverso es un universo post-realidad, un entorno multiusuario perpetuo y persistente que fusiona la realidad física con la virtualidad digital. Se basa en la convergencia de tecnologías, como la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA), que permiten interacciones multisensoriales con entornos virtuales, objetos digitales y personas. Por tanto, metaverso es una red interconectada de entornos inmersivos y sociales en plataformas multiusuario persistentes”

Y francamente he de deciros que no he entendido nada. Más aún creía tener alguna certeza sobre lo que era el Metaverso pero después de esto… ¡no sé!.

Para aclararme he acudido a un maestro (para estos temas) como Enrique Dans y he encontrado lo siguiente: «Deberíamos a la hora de decidir si queremos o no estar en el metaverso, si queremos explicarlo o si pretendemos entenderlo, (tomar en cuenta que) la diferenciación entre metaverso y mundo virtual me parece absolutamente fundamental” Respecto al mundo virtual deberíamos ser capaces de “llegar a plantear muchos de los elementos del futuro de la web, de una web mucho más descentralizada, en la que nosotros mismos gestionemos nuestra identidad y nuestros datos, y en la que podamos construir nuestra presencia”. Y con respecto al Metaverso su argumentación es la siguiente: «simplemente un Second Life, unos veinte años después” que finaliza con la recomendación siguiente: “Cuidado con dónde nos metemos y qué contratos firmamos, porque siempre ha habido aprovechados y vendedores de humo preparados para ganar dinero a costa de los que quieren parecer más modernos que nadie”

Toda esta reflexión viene a cuento porque este verano alguien de mi entorno que sabe que me interesan/preocupan los temas tecnológicos y la inteligencia artificial me preguntó sobre el metaverso y lo único que fui capaz de decirle es que era un “rollo” que probablemente no iba a funcionar y que si algo tenia claro era que: a) no sabía muy bien lo que era, b) que no era capaz de descubrirle hoy ninguna utilidad y c) que esta segunda percepción era mucho más común de lo que podría parecerle.

Lo dicho… ¡no está ni se le espera por lo menos a corto plazo.