Querido Pedro:
He estado reflexionando sobre la conversación que mantuvimos hace algunos días en las que me comentabas que te ibas a quedar sin empleo a finales del mes de abril, como consecuencia de la reestructuración que tu compañía había puesto en marcha para adaptarse a las nuevas realidades post covid-19.
Te prometí que al margen de los comentarios que te formule en ese momento iba a reflexionar con más calma sobre la situación y que te enviaría una nota. ¡Aquí la tienes!
En primer lugar, comentarte que la noticia sobre esta reestructuración y tu nueva situación personal ya está circulando por mi entorno personal. Has de ser consciente de ello ya que las personas tendemos a dar más relevancia a las malas noticias y concentrarnos en la primera impresión y esto puede ser importante en este momento para ti y para tu futuro profesional. Igualmente, deseo transmitirte mi disponibilidad para prestarte cuanta ayuda precises en tu acción de búsqueda. Recibe estos comentarios como una muestra de compañerismo y de solidaridad.
Creo que la expresión de que no debes considerarte un “apestado” huelga en este momento. No has sido ni eres ni serás el primero ni el único que se encuentre en tu situación. Lamentablemente son muchas las organizaciones que están adaptándose a la nueva realidad. Vamos a vivir momentos difíciles durante los próximos meses/años a la espera de que la economía se recupere y el impacto que pueden generar los fondos de recuperación. Como tú, muchos otros van a pasar, han pasado ya, por esta misma situación. Por cierto, te acuerdas de Lluís, sí, el ingeniero que te presenté en la sesión del club de antiguos alumnos de ESADE, allá por diciembre del 2019 (¡Qué tiempos aquellos!) también ha “’salido” recientemente de su compañía. Las razones las desconozco, pero seguro que no serán muy diferentes de las tuyas.
Me viene a la memoria que la conversación derivó al análisis del concepto de lealtad entendida como el compromiso mutuo (organización e individuo) de continuidad en el empleo. Hoy, tras el impacto del Covid-19 hay situaciones y sectores en los que esta continuidad es simplemente imposible. Paralelamente con o sin crisis, nadie está libre de verse afectado por una situación similar a la tuya. En el caso de Lluís, hace tan sólo dos años su compañía probablemente hubiera buscado una salida interna… Hoy esto ya no es posible.
Tal vez te sientas avergonzado por la nueva situación y furioso con tus amigos, tus compañeros, con tu jefe, con el headhunter que te propuso el último cambio, inseguro de ti mismo y fracasado ante tu familia.
Sin embargo, no culpes a nadie –ni siquiera a ti mismo– de esta situación. Simplemente, «estabas en el lugar inadecuado en el momento adecuado».
Aprovecho esta nota para darte algunas de las orientaciones o consejos. Entiéndelas como el resultado de la experiencia profesional y como fruto de una reflexión sobre cómo enfrentar el problema en tu situación, tu perfil y en las actuales circunstancias.
El primer comentario el de que seas consciente de que vas a tener nuevas oportunidades. Aunque hoy no lo veas así, y aunque la situación sea difícil, estas existen. Sin embargo, las ofertas te van a llegar a través de medios distintos e inclusive tendrás que plantearte la posibilidad de desarrollar tu propio proyecto profesional/empresarial. No te consideres un apestado y no te preocupes si los headhunters no cuentan ahora contigo. El número de búsquedas (y por tanto su cartera de pedidos) se ha reducido sustancialmente en el último año y medio y hoy muchos de ellos han tenido que reducir también sus plantillas y equipos.
El segundo es el de que centres tu búsqueda en las Pymes y en los sectores en desarrollo. En este caso tu perfil es una ventaja. Recuerda no obstante que, los headhunters, no mueven más allá de un 15/20% del mercado de trabajo de directivos. Y también de que han aparecido nuevos actores en un mercado que, como muchos otros, se ha atomizado y especializado. Hoy existen muchas boutiques pequeñas o incluso profesionales independientes con buenos contactos en determinados sectores a los que debes de conocer y perseguir profesionalmente. Se consciente de los cambios que se han producido en el mercado y de que hoy son las pymes las que ofrecen mejores oportunidades de empleo. Y este tipo de organizaciones no utilizan, normalmente, los medios más tradicionales de búsqueda, confían en el networking.
El tercero es el de que cuides tu imagen digital. Aunque me consta que este es un tema que te interesa y que te ha ocupado creo que debes de revisar tu perfil en las redes sociales y en este caso en linkedin. Y te propongo una estrategia que casi siempre funciona. Sitúate en la posición de uno de estos profesionales independientes que intervienen en el proceso de búsqueda o en el de un empresario de una PYME que analiza tu perfil. Cómo te gustaría que apareciera la información para mantener o incrementar tu interés en conocerte. Te juro que es una estrategia que funciona.
El cuarto no te desesperes. Piensa que tu carrera no ha terminado, que sólo estás en un proceso de cambio y que, después de un corto tiempo, continuará y probablemente con éxito. Puedo asegurarte que el noventa por ciento de los directivos que han pasado por esta situación consiguen reorientar con éxito su vida profesional. Aunque eso sí, reconociendo que, a pesar de las dificultades, la experiencia de un despido es otra de las lecciones que todo directivo debería experimentar en su vida.
Estas son las primeras reflexiones… el resto (con orientaciones más detalladas te las haré llegar en los próximos días).
Un fuerte abrazo.
NOTA FINAL: Este post es la versión actualizada de un post publicado en 2010. En ese momento el titulo fue “carta” hoy creo que el concepto “mensaje” es más adecuado.
[…] Nota al lector: Encontrarás la primera parte de estas reflexiones en el link Mensaje a un amigo despedido (Versión 2021) (I) – Pau Hortal […]