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No sé si es posible resolver la crisis, no sé cuánto durará ni cuando saldremos definitivamente de ella. Lo que sí sé es que 2011 será, lamentablemente, un año perdido.

En todo caso aunque esté convencido de que saldremos de la crisis en algún momento, estoy seguro que será mucho más tarde de lo que hubiéramos podido, entre otras cosas por la falta de la dosis de liderazgo que precisábamos y porque nuestros dirigentes no han sido capaces de tomar las decisiones oportunas en el momento en que se requerían.

En todo caso todo sería mucho más fácil si lo ocurrido en la presente historia fuera posible. Una historia que cayó entre mis manos hace algún tiempo, que muchos probablemente conoceréis pero que a mí me resulta inquietante y bien seguro que tendrá alguna explicación económica pero como ¡yo no soy un especialista en economía! En todo caso lo que pretendo es que nos sirva para sonreir un poco y para entender que muchas veces las cosas no son como parecen ser.

“Es agosto, estamos en una pequeña ciudad de la costa mediterrània, en plena temporada vacacional aunque no este todo abarrotada….(serà la crisis). de vacaciones. Son las 4 de la tarde, hace mucho calor y en este momento la ciudad parece desierta. La mayoría de los residentes permanentes tienen deudas y viven a base de créditos. Todos están mas o menos enfadados y desmotivados entre otras cosas porqué la temporada turística no està yendo como debería y estan preocupados por sus deudas y por si las entidades financieras tendrán capacidad y voluntat de refinanciarlas..

En este momento llega un turista ruso y entra en uno de los pequeños hoteles con encanto de la ciudad. Pide una habitación, pone encima de la mesa del recepcionista del hotel un billete de 200€ y se va a ver las habitaciones.

Mientras el turista da vueltas por las diferentes habitaciones disponibles, el propietario del hotel, avisado por el recepcionista, sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero. Este a su vez coge el billete y va a pagar su deuda con el ganadero criador de cerdos. A su vez este se da prisa en pagar lo que le debe al proveedor de pienso para animales.

El comerciante de pienso coge el billete al vuelo y liquida su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no paga, (en tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédido). Finalmente ésta coge el billete y sale para el pequeño hotel en el que se aloja con sus clientes muy a menudo y con el que mantenia una deuda pendiente.

Al cabo de un rato, el turista ruso que acaba de echar un vistazo a las habitaciones después de tomarse una copa en el bar, dice que no le convence el hotel, coge el billete y sale de la ciudad en búsqueda de un nuevo lugar en el que alojarse”.

¡Nadie ha ganado un euro, pero ahora toda el mundo vive sin deudas y mira el futuro con confianza!. No hace falta que me expliqueís donde està el truco. Sin embargo me pregunto si no sería posible aplicar una medida de este tipo para reducir nuestras deudas, ganar confianza y ayudarnos a salir de la crisis.