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Leo en la Vanguardia del domingo 8 de Junio un excelente artículo de Mariano Guindal titulado “Cambio generacional en la economía española” que «con la abdicación del Rey Juan Carlos en su hijo Felipe se ha iniciado….. un cambio generacional de amplio calado”.

Lo que propugna el autor es que el cambio en la jefatura del Estado debe completarse con un proceso global de cambio generacional en todas las esferas de la vida social y económica de nuestro país. Un proceso que debe de afectar tanto a las élites económicas como las sociales y sindicales. Un cambio que debería de hacer que la generación de los nacidos en los años 40 y 50 dé un paso atrás.

“Los dirigentes empresariales y sociales que han sido protagonistas de la última década del siglo XX y la primera del siglo XXI han de dejar el camino libre a los más jóvenes. Los gestores de la generación del príncipe Félipe, en general, tienen una mejor preparación que la de sus antecesores y llegan con nuevas ideas y formas diferentes de hacer las cosas más en coincidencia con el mundo que les ha tocado vivir”.

No puedo desear y esperar otra cosa que el acierto pleno en esta afirmación.

En esta misma edición del periódico, recordemos (8 de Junio) se publica un excelente artículo de Pedro Nuevo titulado “Canviesant” en la versión catalana. Simplemente os recomiendo que lo busquéis. No tiene desperdicio.

Para terminar esta nota semanal indicaros que de la misma forma que la generación nacida en los 40 y 50 fuimos capaces de gestionar la transición política y el cambio de régimen con cierto éxito (aunque luego hemos cometido errores muy graves) espero que la generación de los 60 y 70 sepa enfrentarse con éxito a los nuevos retos que nos depara el futuro.

Un futuro que, desde mi humilde punto de vista, exige la necesidad de rehacer, revisar pero no olvidar algunos de los principios que tan bien destaca Pedro en su artículo.