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Son muchas las formas en las que he definido el concepto de empleabilidad desde 2008. 

Probablemente la que más me convenza es la que figura en el post de título ¿Qué es la empleabilidad?, publicado en 2010 y accesible en Índice de Empleabilidad o como conocer el «valor» de tu perfil – Pau Hortal aunque también puedes acceder a una visión complementaria de este concepto en https://www.bing.com/videos/search?q=que+es+la+empleabilidad o a través de los conceptos desarrollados por Inés Temple de LHH accesibles en https://www.bing.com/videos/search?q=que+es+la+empleabilidad 

La empleabilidad de un determinado perfil no puede ser únicamente el resultado del análisis de las competencias y habilidades de una persona, sino que debe de considerar, también, el valor de este perfil en un determinado mercado.


En otras palabras, la empleabilidad no se basa únicamente en las características y competencias de la persona. También hemos de considerar el contexto y de las necesidades del mercado en la que ésta se encuentre o en la que centre su búsqueda. Sin este análisis es imposible dar un valor adecuado a un perfil determinado.


Como afirmo en otro de mis post una persona tiene un nivel de empleabilidad razonable si posee los requerimientos en términos de conocimientos y competencias demandados por los empleadores en un determinado contexto/mercado y es capaz de transmitir adecuadamente un mensaje positivo en este entorno. Y de aquí surge un tercer aspecto. A saber: la capacidad para transmitir este valor al mercado.

Estos aspectos competenciales y motivacionales, sumados a los factores que dependen estrictamente del mercado (equilibro entre oferta y demanda) y de las corrientes sociales (genero, edad, diversidad, etc) hacen que la empleabilidad dependa tanto de factores que un/a profesional puede controlar como de otros de carácter estructural en los que es imposible incidir. Unos criterios que son aplicables para todos los niveles de competencia, formación, e inclusive, y aunque inicialmente pueda resultar sorprendente en los niveles profesionales de menor cualificación. No obstante influyendo o incidiendo en los factores «controlables» es posible centrar las acciones para el desarrollo profesional de modo más eficiente. Un aspecto relevante para la gestión de la Orientación Laboral.

Por tanto, conviene tener presente que para determinar el nivel de empleabilidad de un perfil es necesario ponderar diversos factores: desde los conocimientos y habilidades (COMPETENCIAS), la actitud y la motivación (CAPACIDADES) y la situación del entorno en el que este perfil se inserta en sus objetivos de búsqueda (MERCADO).


La suma de estos tres elementos: Competencias, Capacidades y  Mercado son los factores que consideramos para la herramienta que hemos denominado ÍNDICE DE EMPLEABILIDAD y que tienes disponible en mi blog.


No debemos olvidar que en un momento como el actual, con un elevado nivel de competencia para atraer a los perfiles de mayor talento, las organizaciones intentan identificar cómo es cada uno de los candidatos, determinar sus competencias hard y soft, y sus motivaciones profesionales. Disponer de una herramienta válida que les permita identificar objetivamente su nivel de empleabilidad puede ser también un elemento a ponderar. De igual forma que puede ser relevante para la tarea que deseen los Orientadores Laborales. De hecho, las pruebas que hemos realizado con usuarios de los servicios de Orientación han sido muy positivas.

Os invito por tanto a acceder al servicio INDICE DE EMPLEABILIDAD que os permitirá (sin ningún coste) acceder de una forma simple y sencilla a una valoración de vuestra empleabilidad y disponer de un conjunto de orientaciones básicas para vuestro desarrollo profesional.

Nota final: Si deseáis hacerme alguna consideración, comentario o crítica no dudéis en contactar directamente conmigo a través del email 1156arte@gmail.com