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Si hay un entorno cultural en el mundo en el que tenemos muy arraigado el concepto de propiedad – particularmente centrada en el ámbito de la vivienda- éste es nuestro país. Un entorno que también está modificándose.

Recordaros que en el primer post de esta serie accesible en _____________ planteo los cambios culturales que se están produciendo en las jóvenes generaciones respecto a sus comportamientos como consumidores.

Ya hoy, en el primer trimestre del 2024, podemos acceder a través de los dispositivos que ya tenemos a nuestra disposición de más de un millar de ofertas de una cierta entidad que ofrecen un catálogo amplio de productos y/o servicios en forma colaborativa, en formato de uso por demanda y acceso por suscripción. En un reciente informe de la Fundación E&Y  ‘la economía colaborativa representa ya un 1,4% del PIB español (…)”  De hecho, para comprender el verdadero cambio y a la velocidad que se está produciendo, la misma Fundación señala que hace tan sólo 3 años este tipo de entornos sólo suponían el 0,3 del PIB.

Salvo que se produzca un cambio radical de tendencia el comportamiento de los consumidores va a consolidarse en esta misma dirección. Y no sólo en lo relativo a los mercados digitales. Un proceso que es más que evidente en las generaciones más jóvenes pero que también afecta al colectivo de seniors. Muchos han entrado de pleno en este tipo de comportamientos: Alquilan coworkings, usan coches que no han comprado, utilizan herramientas de uso temporal, servicios en forma de pago por uso, lavan su ropa en espacios de lavado por uso etc. En las ciudades muchos de ellos/as están cuestionándose la opción de tener un vehículo propio cuando este está en el parking el 95% del tiempo.

El WEF habla de una «sociedad del alquiler, un mundo en el que nadie tenga coche, nadie sea dueño de nada y base su vida en el uso eficiente de todo lo que precises». Muchas de las noticias económicas que nos muestran sectores con problemas de supervivencia, que demandan apoyos o ayudas estatales, etc son ejemplos evidentes de que el cambio no tiene espera. El mejor de estos ejemplos es el del automóvil. Las generaciones más jóvenes hoy sólo destinan a este sector la mitad de lo que le dedicaban sus homónimos hace tan sólo una década. Pronto nos vamos a encontrar con la realidad de que muchos jóvenes no adquieran vehículos, en parte por un cambio cultural respecto al concepto de movilidad, pero también porque, simplemente, no habrán aprendido a conducir.

Estamos ya plenamente en el mundo del uso bajo demanda. Las empresas y organizaciones que sean capaces de ofrecer sus bienes y productos en forma en este formato van a tener muchas más posibilidades de asegurar su supervivencia. Esto puede llegar si son capaces de modificar sus modelos de negocio, sus modos de relación y la experiencia de sus clientes/consumidores/usuarios. Incluso, en determinados sectores será necesarios cambios radicales de carácter cultural que les faciliten entender lo que significa sustituir la compra por el alquiler temporal, además cada vez de más corta duración.

Un proceso en el que en todo caso vamos a contar con el apoyo de las nuevas herramientas y funcionalidades tecnológicas. La inteligencia artificial, puede ir en dirección contraria, pero hemos de esperar que finalmente permita a las organizaciones desde captar datos para transformarlos en información, y poner de verdad al cliente en el centro de la cadena de valor.

Sin embargo, no nos engañemos. Al margen de los estímulos sociales y culturales que están modificando los hábitos de consumo (consciencia medioambiental, responsabilidad social etc) no debemos olvidar que este proceso está también impulsado por la que podemos denominar como “devaluación económica” que en las sociedades más desarrolladas viven las generaciones más jóvenes. Como afirma Marc Vidal “es también la deflación social la que está acelerando este comportamiento del uso en lugar de la adquisición. En todo caso, gobiernos y empresas tienen que adaptarse. No hay otra”.

Nota final: los contenidos y argumentos de esta serie se basan en los que Marc Vidal formula en las reflexiones que encontraréis en https://www.linkedin.com/pulse/econom%C3%ADa-circular-due%C3%B1os-de-nada-usuarios-todo-marc-vidal/