Me gusta definir el concepto de Empleabilidad como el conjunto de atributos (conocimientos, habilidades, aptitudes y actitudes) que hacen que una persona pueda mantener su atracción en el mercado aún en el supuesto de una posible pérdida de empleo no voluntaria.
Conviene al margen tener en cuenta que la empleabilidad se fundamenta en los conceptos de Capacidad (aptitudes), Destreza (actitud) y Reputación (Marca personal).
En relación a las dudas que surgen en una organización sobre el desarrollo de la empleabilidad de sus recursos humanos sólo puedo argumentar que existen:
- Ventajas. La organización debe incrementar continuamente la calificación de sus recursos humanos para que estos se mantengan permanentemente empleables. Esta práctica aportará a la organización mayores rendimientos económicos.
- Riesgos. Mejorar la calificación de los recursos humanos hace que estos sean más atractivos para la competencia. Esta práctica entraña la posible pérdida de activos valiosos.
Soy uno más de los que pienso que las organizaciones están obligadas a correr estos riegos. Si como organizaciones no somos capaces de ofrecer continuidad en el empleo debemos ofrecer elementos que desarrollen la empleabilidad. Y ello porque, simplemente, mejorará el clima organizativo y la motivación de las personas lo que probablemente redundará en los resultados. En otras palabras porqué nos interesa como organización.
Desarrollar la empleabilidad de nuestros equipos es una excelente herramienta para favorecer y potenciar la motivación y el compromiso con nuestros objetivos organizacionales.
Todos los profesionales, para desarrollar su empleabilidad, deben disponer de las actitudes/aptitudes siguientes: Fe en uno mismo más que en la capacidad o poder del puesto, compromiso con la organización con la que están vinculados en este momento, disponibilidad para el aprendizaje permanente, curiosidad para captar y entender los cambios.
Por último deben de tener la motivación y la capacidad para colaborar y relacionarse.
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