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Es probable que dentro de unos años recordemos a la época vivida hasta 2020 como aquella en la que a pesar del desarrollo en la IA y de la gestión de los datos el ser humano seguía manteniendo el control sobre si mismo. 

Aunque no sepamos como será el futuro si que parece razonable pensar que el control, por cuestiones sanitarias o de seguridad va a incrementarse, que vamos a ser todos controlados por la Inteligencia Artificial aunque desconozcamos quién tendrá el control de estos «datos».  Mientras tanto reconozcamos que podemos extraer muchas enseñanzas del #Covid-19 y de los impactos que nos ha generado.

Basándome en las reflexiones que Sergio Jiménez se formula en su blog   https://analiticapublica.es/ he elaborado un listado de alguna de las lecciones que la crisis del Covid-19 nos enseña, Unas –lecciones- que están inspiradas en sus planteamientos, pero que yo he adaptado e incluso reducido (de hecho, pasan de las 10 en su versión a las 7 que aparecen en este post).

Unas reflexiones que estan formulados para su aplicación a todo tipo de organizaciones e incluso a nosotros mismos como individuos.

El conocimiento sólo lo obtenemos cuando nos enfrentamos directamente a una realidad/problema. 

En otras palabras: “no hemos sabido que esto era una pandemia (y cómo iba a ser la pandemia) hasta que la pandemia estaba aquí. No es que seamos idiotas (cosa que es posible) sino que la única pandemia que ocurre es la única pandemia posible y esta, como el agua, siempre encuentra su camino (…) Simplemente la enfermedad ha sido más dura de lo que esperábamos (y aún no sabemos cómo de dura es)». En otras palabras: podemos predecir, podemos anticiparnos, pero al margen de que seamos más o menos malos para prestar atención a largo plazo (entre otras cosas por qué no hemos creado incentivos para ello) resulta que somos mucho más eficientes a corto plazo.

El «líderazgo» se alcanza cuando el líder es capaz de reconocer que no lo sabe todo.  

Un principio que resulta aplicable a rajatabla en este entorno y sin embargo no tiene ninguna relevancia cuando es formulada por un experto sanitario. Disponer de datos es muy relevante pero mucho más relevante es saber interpretarlos. Una de las cosas que muestra esta crisis es que la claridad y la transparencia refuerza el liderazgo. Muchos creen que los ciudadanos no estamos capacitados para admitir un no sé por parte de los líderes políticos.

Sólo asumiendo que no lo sabemos todo podemos llegar a aprender.

Ahora todo el mundo habla de falta de previsión y demás, pero realmente hasta muy entrada la crisis (con muertos) los memes y chistes (entre los) responsables públicos eran comunes. Podríamos achacar mala fe (lo dudo enormemente) o interés por mantener la calma (algo más posible) pero realmente creo que, en realidad, no sabían”. Una capacidad de aprender que probablemente sólo se adquiere dentro de una determina situación y que también debe de tomar en cuenta la necesidad de desaprender. Una cualidad de la que, lamentablemente, muchos adolecemos.

El ser humano necesita creencias a las que agarrarse. 

Los datos, la información, la tecnología son maravillosas, pero la interpretación es lo que hace a las personas que estas sean útiles” Y todos tenemos creencias principios y valores que condicionan nuestras interpretaciones. “Esos valores son más importantes cuando más crítica es la situación y la decisión que tomamos. Puedo ser perfectamente racional respecto al tipo de zapatillas que me voy a comprar, pero soy muy emocional en la crianza de mis hijas”. Conviene recordar además que son estos factores subjetivos (creencias, principios y valores los que unidos a los factores emocionales nos mantienen en pie en momentos de crisis.

El uso de la tecnológia y los datos no es neutro, ésta influido por factores culturales.

Mucho se ha hablado del tema de China y Corea y su uso de la tecnología, (y del hecho de que) muy posiblemente, la sociedad europea ni la americana, al menos en este momento, están dispuestos a aceptar (los) niveles de invasión de la privacidad que han permitido estos comportamientos (estatales)”. E incluso en nuestro entorno se ha estado trabajando y legislando abiertamente para impedirlos. La tecnología está ahí, pero la aceptación de determinados usos depende de aspectos sociales y culturales.

Mucha información no significa mucho conocimiento. 

Hoy todavía es posible encontrar “estudios sesudos que te demuestran que principios y aspectos absolutamente contradictorios son realmente la única opción viable” Y además tenemos que convivir con las -fake news- y del desconocimiento que muchos podemos tener sobre las cuestiones médicas y sanitarias. Sería bueno recordar que al margen de la relevancia de la transparencia los datos son relativamente inútiles sin la capacidad técnica para su interpretación y/o análisis y sí en este análisis no se toman en consideración los factores culturales.

Por suerte, y a aunque a veces no lo parezca. somos mucho mas complejos de lo que mostramos y de lo que queremos creer. 

Ante una situación como la que vivimos es fácil apreciar que “ni sabemos todo lo que querríamos, ni sabiendo mucho estamos preparados para tomar las mejores decisiones… ni toda la información sirve para saber lo que pasa en un mundo complejo” Debemos asumir todo esto y que son las creencias, las emociones y también las ideologías las que condicionan nuestras decisiones tanto a nivel individual como colectivo. Debemos tomar este aspecto en consideración, aprender a vivir y trabajar con ello y ser conscientes de que ni todo es posible ni todo es previsible.

Esperemos estar pronto en situación de superar el impacto del Covid-19.

Nota final: Las frases entre comillas son de Sergio….  ¡Muchas gracias!.