Tiempo de lectura: < 1 minuto

Llevo algunos días sin publicar nada en mi blog a pesar de haber dedicado algunas horas de estas vacaciones a revisar, actualizar y adaptar nuevos textos.

Parece que no haya ocurrido nada en mi vida en estas últimas semanas y no es cierto. Estuve en Rumania durante las dos ultimas semanas de julio dedicándome más de la mitad del tiempo a conocer el país. Hasta ahora había centrado mis atenciones allí unicamente en nuestro proyecto Creare, ahora me he dedicado a «hacer el turista». Después he estado algunos días en Calella de Palafrugell (entre otras cosas jugando al golf) y finalmente, como ya he indicado en una entrada, he visitado Castilla la Nueva donde por cierto no había estado tampoco «en plan turista» desde hace muchos años.

Aparte de descansar y desenchufar…. lo que he conseguido inclusive más de lo que esperaba, estos meses de Julio y Agosto me han servido para llegar a tres conclusiones: La primera constatar el potencial que tiene Rumanía una vez supere algunas de las deficiencias estructurales que tiene como país y como sociedad. La segunda constatar que como la Costa Brava no hay ningún otro lugar en el mundo. La tercera y última verificar los múltiples avances y el desarrollo que han supuesto para nuestro país el uso no se si racional o no de los Fondos Estructurales.

En todo caso, en lo referente al desarrollo alcanzado en España,  se nota que hemos cambiado y que hoy incluso podemos llegar a tener unas infraestructuras que probablemente no nos merezcamos. Espero que seamos capaces de mantener todo lo que hemos construido durante estos últimos años.