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Iniciamos un periodo en el que vamos a vivir momentos convulsos y complejos. Los próximos meses «es el tiempo de la política». Recordemos que la política debería ser el arte de la imposible.

Por ello, en este primer post de septiembre, deseo hacer mención a algunos de los cambios que nuestra clase política debería de hacer consigo misma inspirándome en las opiniones de Marc Vidal.

-No saldremos de la crisis simplemente afirmándolo. Nosotros mismos hemos de ser capaces de trabajar para cambiar nuestro futuro.

-La historia de la humanidad es la historia de la evolución y de la modernidad, y esta modernidad conlleva momentos críticos como el actual. Hemos de ser capaces de transmitir el mensaje de que probablemente no todo el mundo va a poder acceder a un puesto de trabajo (por ejemplo). Debemos aceptar que en el mundo del futuro se trabajará menos y que es posible que el valor de las posesiones materiales pierda su sentido. 

-La gente que debería liderar este proceso de cambio es gente que en el momento que acepte que esto es un momento de cambio, sobran; ellos saben que si dicen que esto es un proceso traumático de cambio, ellos no son necesarios. De hecho, ellos no son quienes deben liderar esto, porque son los responsables, en gran medida, de habernos llevado a un pozo mucho más profundo de lo que probablemente nos correspondía. 

-Lo que debería de preocuparnos es que seguimos centrados en el corto plazo, en la táctica, en como asegurar nuestro propio futuro en las próximas elecciones. Este planteamiento es muy pobre y que nos dejará al margen de muchas de las revoluciones que se están produciendo en el mundo.

Y la última que debería de ayudarnos a reflexionar a todos. “Hace mucho tiempo que este país, que España, no tiene un plan, y lo demuestra claramente el hecho de que nos estamos alejando de las opciones de coger el tren del cambio tecnológico”.