Nos acaban de anunciar que iniciamos el proceso de fusión con otra compañía de nuestro mismo sector. A la vista de mi perfil… ¿Qué me aconseja hacer? Juan M. Madrid
A partir de este anuncio, sea cual sea la posición de vaya a adoptar tu organización en el proceso es necesario que debes de empezar a definir un plan “B” para el que te hago las siguientes consideraciones. Por cierto entiendo que el plan “A” es aquel que pasa por que tengas continuidad en tu posición actual.
He aquí las recomendaciones que creo pueden serte de utilidad para diseñar e implementar este plan «b», aunque algunas de ellas pueden serte también de utilidad cara al plan «A»:
-No pierdas tiempo en juzgar el valor, la oportunidad o el interés del proceso. Cuando la fusión esta decidida solo podrá “irse al traste” por factores o circunstancias en las cuales tú no tienes ninguna oportunidad de influir. Trabaja como si ésta es irreversible. De igual manera no cometas el error de entrar a formar parte del grupo de los “descontentos”. Probablemente este grupo esta integrado por personas que se ven a sí mismas sin futuro en la nueva organización y tú no eres ni quieres que se te visualice como integrante de este colectivo.
-Concéntrate en tu rol y dirige todos tus esfuerzos a entender lo que se puede esperar de ti. Es evidente que habrá un nuevo proyecto que con total seguridad diferirá del que actual. Cuando antes capte las claves, el rol que se espera de ti, los nuevos factores culturales, antes podrás aportar el valor y al mismo tiempo, reducir o minimizar los interrogantes que se ciernen sobre ti y tu futuro.
-Haz caso omiso de las “informaciones” que circularán por la organización a partir de este momento. Estos procesos comportan una cierta situación de caos y de falta de información objetiva que se compensará con las informaciones no formales que van a circular con una profusión mayor a la normal. Esta misma recomendación puede hacerse respecto a las “listas” –sean de personas a abandonar la organización, sean de nombramientos-. Tu actitud ha de ser de concentración en la tarea y en la consecución de resultados y de reforzar e incrementar las relaciones personales con el resto del equipo. No pierdas tiempo en hacerse enemigos.
–Mantén tu profesionalidad intentando al mismo tiempo adherirte lo más pronto posible a los nuevos colores. Aunque tampoco tiene que ser un proceso demasiado rápido. Actúa sin prisas pero sin pausas. Tarde o temprano se valorará tu objetividad, tu valor, tu trabajo y tu adhesión al nuevo proyecto.
-No es el momento para correr demasiado o en otras palabras evita dar pasos erróneos en la gestión de tu carrera. Si desarrollas un trabajo con “sentido”, y aportas valor no salgas disparado. Aunque puede llegar el caso de que no tengas cabida en la nueva organización (simplemente porque hay dos personas para ocupar su mismo rol, y la otra puede tener alguna circunstancia objetiva o subjetiva que la lleve a ser la elegida), ello no debe llevarte a lanzarte a la búsqueda de forma alocada y sin un proceso de reflexión previa. Si definitivamente sales de la organización siempre podrás explicar las razones de esta pérdida de forma positiva e iniciar un proceso de búsqueda.
Y de ahí la relevancia de un plan «B» centrado en actuar de forma profesional y en su caso simplemente acelerar los planes que ya tenías previstos cara a tu desarrollo profesional futuro. El proceso no debería de influirte en la estrategia que habías definido anteriormente para el desarrollo de su carrera profesional.
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