El mejor uso de los datos en la gestión del Mercado de Trabajo y en la de las Políticas Activas, es uno de los retos que plantea la nueva Ley de Empleo.
Recordemos que algunas de las iniciativas que proponemos en el proyecto PROPUESTAS ERGON PARA LA GESTION DEL MERCADO DE TRABAJO accesible en Informe Final – Propuestas Ergon 4.0 (wsimg.com) se dirigen a este propósito.
Debemos de ser mucho más eficientes en la gestión de los datos. Deberíamos de trabajar activamente para corregir los déficits que provocan la disposición de múltiples fuentes, con información desagregada y poco estructurada, centrada en criterios relativos al control y que no permiten, o hacen muy compleja la tarea de evaluación y mucho menos la de servir de marco para las decisiones futuras. La AiERF y el Institut Cerdá, entre otros, han insistido reiteradamente en ello.
La inexistencia de evaluaciones (no administrativas) ha hecho que las propuestas y decisiones se tomen basadas en criterios e intereses políticos y cortoplacistas, intuiciones y mantenimiento de compromisos. No se da valor a la información que transmiten los datos existentes, que ofrecen poco confianza, son poco transparentes y no resultan válidos para soportar la toma de decisiones.
Frente a estas dudas e ineficiencias hemos de constatar que necesitamos datos válidos para desarrollar cualquier proceso de transformación.
Una gestión que en el ámbito de los procesos de Orientación e Intermediación permitiría:
- Disponer de trazabilidad sobre todas las acciones desarrolladas.
- Conseguir mayores niveles de eficiencia en la gestión de los recursos.
- Facilitar la relación y el «maching» entre la oferta y la demanda de empleo.
- Conocer, medir y evaluar los resultados alcanzados.
- Servir de guía para las estrategias y acciones de futuro.
Y todo ello tomando en consideración las necesidades de todos los sujetos a los que se dirigen los servicios. A saber:
- Ciudadanos/as, demandantes de empleo y con interés en su desarrollo profesional para dotarlos de más información sobre el mercado de trabajo y de mayores opciones de empleabilidad.
- Organizaciones y empresas para que tengan la posibilidad de acceder seleccionar y contratar a los mejores talentos disponibles.
- Los propios gestores que podrá acceder a una mejor gestión de todos los datos y procesos mejorando en la calidad de la información y en la del servicio.
En el ámbito de las Políticas Activas la gestión se debería centrar en una plataforma (común para el conjunto del sistema) que, al margen de garantizar la calidad y la equidad en la prestación de los servicios facilitase: (a) crear perfiles homogéneos de los usuarios. (b) permitir su segmentación en base a elementos de trazabilidad, (c) incentivar la autonomía y el autoconsumo de los usuarios, (d) formular oferta de servicios adecuados a sus necesidades, (e) disponer de mayor y mejor información sobre la oferta de empleo. Nos queda mucho camino por recorrer, aunque estas afirmaciones pesen a los actuales gestores de las Políticas Activas, por otra parte cargados de buenas intenciones.
La iniciativa de mejorar la gestión de los datos (incorporada con acierto en la nueva Ley de Empleo) debería de desarrollarse conforme a los criterios definidos en el informe desarrollado por la AIReF en 2019. Un informe que constata el elevado margen de mejora en la gestión y la gobernanza de las políticas de empleo y en el que se propone:
- Identificar los programas servicios e itinerarios para hacer una asignación eficiente de los recursos públicos.
- Introducir mecanismos objetivos de evaluación para poder tomar decisiones basadas en evidencias.
- Incorporar incentivos orientados al cumplimiento de objetivos en la asignación de recursos y en las retribuciones de los responsables de orientar y formar a los demandantes de empleo.
- Cambiar los criterios de gestión de información, incrementando su calidad y adecuando las arquitecturas tecnológicas usadas en el sistema.
Deberíamos de tomar consciencia de no cometer el error que podría suponer incorporar elementos de Inteligencia Artificial sin desarrollar previamente acciones dirigidas a monitorizar y armonizar los procesos. Sólo posteriormente debería de desarrollarse acciones dirigidas a:
- definir los servicios a digitalizar y el mix entre éstos y los de carácter presencial.
- generar cuestionarios y metodologías que permitan segmentar en base a criterios de empleabilidad,
- definir los servicios a ofrecer en función de cada uno de los segmentos determinados.
En todo caso la herramienta/plataforma debería de hacer posible la gestión de datos en un triple nivel: (1) Básico: que supone acceder a la información ya disponible en las plataformas en uso para elaborar un cuadro de mando de gestión, (2) Descriptivo: se trata de combinar datos disponibles en el nivel anterior con el objeto de responder a cuestiones específicas o que permitan entender la correlación entre diferentes actividades y/o procesos y (3) Predictivo: dirigido a predecir tendencias o incluso comportamientos futuros.
Una plataforma que debería de ser única, flexible y con capacidad de respuesta para adaptarse a necesidades y realidades diversas. Un proyecto con validez para 5/10 años.
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