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Aunque no sea un tema clave para este blog como sabéis me preocupa que hacemos frente al cambio climático y concretamente en lo relativo a los combustibles fósiles.

Los combustibles fósiles nos trajeron a donde estamos, tanto en sentido positivo con un progreso notable, como en el negativo, con unos niveles de concentración de dióxido de carbono mucho más elevados de los que el planeta puede objetivamente aceptar. El mantenimiento e inclusive incremento de esta concentración es una variable que nos debería de preocupar/ocupar porqué nos conduce a una catástrofe si no la detenemos.

Reconozcámoslo. Estamos ya en la fase de “desestabilización catastrófica” y de ahí los eventos climáticos que estamos ya viviendo, que finalmente no son más que una lotería que nos puede afectar a todos/as. Estamos en 419ppm (referido a la concentración del dióxido de carbono) mientras que los especialistas nos indican que si rebasamos los 425ppm, estaremos entrando ya en la fase de desestabilización climática irreversible, y si superamos los 600ppm, ya en la de nivel de extinción, que todos entendemos claramente lo que significa.

Dada la progresión que llevamos, deberíamos de convencernos que determinadas propuestas y la inanición de la clase política sobre este extremo es, como mínimo, irresponsable, cuando no directamente estúpida.

Necesitamos eliminar la costumbre de quemar cosas cuando es perfectamente posible. Tenemos la tecnología suficiente para abastecer todas las necesidades energéticas de la sociedad de forma limpia, simplemente con energía solar, eólica y almacenamiento. Esas tecnologías, además, han abaratado su coste en porcentajes descomunales, (casi en un 100%) en los últimos años. De hecho, las nuevas energías y su coste hacen que la energía nuclear se convierta en irrelevante e innecesaria para las necesidades de la población humana.

No aprovechar esa evolución tecnológica es, de nuevo, una estupidez. Las razones para no aprovechar esta evolución son francamente absurdas. Tengámoslo en la cabeza, y exijamos a nuestros gobernantes que utilicen el sentido común y restrinjan lo que tienen que restringir ya, no dentro de una década, porque lo que se restrinja dentro de una década ya no va a tener ningún sentido. Saquemos al elefante de la habitación de una maldita vez, y hagámoslo pronto.

Nota final: Esta reflexión elaborada con un objetivo de aprendizaje y de apelación a todos/as sobre un problema que es mucho más relevante de lo que a menudo parece y al que no dedicamos los esfuerzos adecuados y/o necesarios están elaboradas sobre la base de las que Enrique Dans propone en https://www.enriquedans.com/2023/10/los-combustibles-fosiles-y-el-elefante-en-la-habitacion.html