En este periodo de locos previos a unos días teóricos de vacaciones o descanso que más o menos a todos nos esperan, y antes de enfrentarnos a la crisis que todos vivimos y un septiembre que muchos auguran como difícil, me permito escribir un mensaje un tanto “diferente”.
Un mensaje que he recogido en la web y que más allá de alguna interpretación personal sobre el que no me asigno ningún tipo de propiedad ni paternidad.
Para los que seguiis con la lectura de este mensaje tan sólo deciros que tengo algunos más preparados sobre gestión empresarial, consecución de objetivos, gestión de talento y plataformas tecnológicas……pero estos vamos a dejarlos para la vuelta de vacaciones. Seguro por otra parte que dedicaré algún momento de estas próximas semanas a completar, corregir, y terminar nuevos mensajes.
Y aqui viene la historia……Un profesor de filosofía (esta asignatura que muchos de nuestra generación estudiábamos y que hoy deberíamos probablemente de reconvertir en materia obligatoria), delante de sus alumnos sin decir ni una palabra, coge un bote grande de cristal y lo va llenando con pelotas de golf. Finalmente les pregunta si el bote está lleno y sus alumnos naturalmente contestan que sí.
A continuación el profesor coge una caja llena de perdigones y la vacía centro del bote. Evidentemente los perdigones llenan los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf, lo que le permite vaciar completamente el contenido de la caja. Seguidamente vuelve a preguntar a sus alumnos si el bote está lleno y ellos contestan que sí.
Después el profesor coge una caja con arena y la vacía dentro del bote. Por supuesto que la arena llena todos los espacios vacíos y el profesor vuelve a preguntarles si el bote está lleno. En esta ocasión los estudiantes le responden con un sí unánime.
Finalmente, añade 2 jarras de cerveza al contenido del bote y efectivamente, el líquido ocupa su espacio mojando la arena.
Los alumnos empiezan a reírse. El profesor calla y cuando la risa se va apagando les dice: Quiero que os fijéis que este bote representa la vida. Las pelotas de golf son los aspectos clave, tales como uno mismo, la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, en definitiva las cosas realmente importantes y que nos apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto nuestras vidas aún estarían llenas. Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el status, etc. La arena es el resto que envuelven las realmente importantes.
Si primero pusiéramos la arena en el bote, no habría espacio para los perdigones, ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo el nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes. Debemos prestar atención a las cosas que son cruciales para la felicidad. Ocupémonos primero de las pelotas de golf, de las cosas que realmente te importan. Establezcamos prioridades, el resto solo es arena.
Entonces uno de los alumnos le pregunta que representan las cervezas. El profesor sonríe y le responde: «¡Me encanta que me hagas esta pregunta! La cerveza es para demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un lugar, para dos cañas y una buena conversación con tus amigos»
Nos vemos/encontramos/leemos a finales de agosto. Que todos podamos mas o menos descansar y que el proximo otoño no sea realmente tan malo, como muchos lo pintan y que la crisis deje de acompañarnos todos los días.
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