Hace pocos días, relacionado con el análisis de la gestión de los procesos de cambio, he hecho una relectura del libro escrito por Robert J. Kriegel y Louis Patler.
Una primera lectura motivó el post que escribí en 2008 y un segundo en 2014. Este último, accesible en el link http://pauhortal.net/blog/si-no-esta-rotorompalo/ Ambos post basados en unos textos de 1993, en otras palabras, hace ya casi 30 años.
Los autores se refieren al hecho de que en el pasado el cambio tenía lugar de forma paulatina, y previsible. Aún muchos de nosotros (los de la generación de los 50/60) recordamos los ejercicios de planificación estratégica que estudiábamos en nuestra época universitaria. También de que en los años 80/90 muchas organizaciones se movían en contextos de “certidumbre”.
En este post incorporaba las reflexiones siguientes: “Aunque los autores lo escribían en otro contexto, no en el que vivimos en estos tiempos de inicios de un año como 2009 que todo el mundo augura como complejo y difícil (de hecho son muchos los que han optado por felicitar o desear éxitos para el 2010), ellos ya son conscientes de que desde los años 80/90 vivimos en un mundo nuevo e impredecible, en el que cualquier tipo de planificación tiene muchas posibilidades de convertirse en obsoleta en el mismo momento de ser formulada”.
Recordemos que nadie fue capaz de evaluar en 1992 (feria de Sevilla) lo que pasaría con lo que hoy denominamos entorno web y las redes sociales, ni mucho menos nadie fue capaz de prever el riesgo y las consecuencias de la crisis sanitaria que hemos y seguimos viviendo en 2020.
Somos ya conscientes que los métodos de análisis y planificación tradicionales (usados en el siglo XX) chocan hoy con una realidad distinta y en cambio permanente.
Los autores ya eran conscientes (en 1993) que para afrontar los procesos de cambio, las organizaciones precisaban un nuevo tipo de manager, entiendo por tal a aquel que fuera capaz de aprender y usar nuevas formas de pensamiento.
Para responder a los retos que hoy tenemos por delante debemos ser conscientes que “La sabiduría convencional nos dice que debemos responder rápidamente al cambio. Pero los líderes del futuro no sólo deben dedicarse a responder; deben ser creadores…… Los que tienen la mentalidad del rómpalo saben que el futuro no se encuentra, sino que se inventa. El futuro lo modelan las personas que tienen visión, valor y sabiduría para pensar más allá de los límites de lo conocido”.
Sigo exponiendo lo que expuse en mi post del año 2008 y que os es claramente una necesidad en la que nos queda mucho camino por recorrer «Estoy plenamente de acuerdo con los autores en su afirmación (recordemos hecha en 1993) de que es necesario un cambio real en los métodos de aprendizaje (de hecho soy de los que pienso que probablemente la universidad es hoy, una de las instituciones más necesitadas de cambio). No dispondremos de un nuevo perfil de directivo si no introducimos en el entorno académico nuevos mecanismos que impidan que los estudiantes se ahoguen con la inundación de información y que les permita “aprender a aprender y no que cosas deben aprender”.
Si me permito escribir hoy sobre este texto es porqué quizás más que en su primera lectura, me ha aparecido terriblemente provocador. Os invito a inundaros por la necesidad de “romper” con alguna actitud empresarial, personal etc que resulta poco o nada consecuente con la situación a la que vivimos hoy.
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