Escribí recientemente sobre las líneas rojas en la gestión de personas en el Sector Público.
Unas reflexiones que son consecuencia de los debates realizados en el III Ciclo de Sesiones del Fórum de RRHH del Sector Público y a cuyos contenidos podéis acceder en el Líneas rojas en la gestión de personas en el Sector Público (1) – Pau Hortal Un Sector público (que recordemos supone aproximadamente al 25% de la población activa –contando con los puestos directos y los indirectos-) no puede ser ajeno a los procesos de digitalización si desea seguir prestando servicios de calidad y no ser una “carga social”. Al contrario, debería de ser un espejo a admirar por parte de los ciudadanos dado sus niveles de eficiencia y eficacia en la prestación de los servicios.
La conclusiones final del ciclo no es otra que la de trabajar para que en los procesos de digitalización se tenga como norte la creación de una administración pública digitalizada, ágil y, a la vez, cercana al ciudadano.
Unas conclusiones que constatan la evidencia que no sólo con tecnología es posible implementar los procesos de cambio cultural que son hoy necesarios y que exigen el concurso de las personas. Por ello:
- Es necesario evitar las grandes reflexiones estratégicas (que a menudo se quedan en grandes propósitos sin aplicación real) y poner el foco en entender «qué somos como administración» y «qué hacemos para y con la ciudadanía».
- Una vez hayamos identificado los “porqués” la tecnología será una herramienta más para facilitar todo tipo de relaciones y experiencias positivas «en la» y «con la» ciudadanía.
- No podemos empezar un proceso de digitalización sin dedicar esfuerzos y recursos al análisis de los procesos. Ello supone que no debemos visualizarlo como un mera acción dirigida a la incorporación de tecnología en los procesos analógicos.
- Debemos escuchar y preocuparnos de las personas, lo que supone prestar a las necesidades de la ciudadanía y hacer que los profesionales del sector público participen y hagan suyos estos procesos de innovación.
Paralelamente y en el ámbito de las personas las propuestas planteadas toman en cuenta los aspectos siguientes:
- Hacer uso de las posibilidades establecidas en la legislación vigente con el objeto de crear un nuevo marco/sistema de relaciones laborales en el que se prime los intereses de los ciudadanos y la calidad del servicio.
- Introducir de forma paulatina modificaciones en los criterios con los que se desarrollan los procesos de reclutamiento y selección en la Función Pública y que estos estén dirigidos no tanto a medir/evaluar el nivel de conocimientos (habilidades duras) como a las capacidades (competencias blandas).
- Rediseñar los sistemas de cooptación de profesionales del sector público, con especial incidencia en los puestos de cierto nivel y los de la Administración Central del Estado estableciendo medidas que faciliten el acceso a toda la ciudadanía y corrigiendo los sesgos actuales centrados en aspectos geográficos y en otros de tipología social, familiar y grupal.
- Facilitar dinámicas que impulsen la movilidad interna entre los diferentes ámbitos del conjunto de las AAPP, corrijan la estructura actual fundada en “silos cerrados” minimizando las restricciones actuales basadas en muchos casos en criterios fundados en factores corporativos y otros derivados de la negociación colectiva.
- Replantear los planes y las estrategias retributivas que primen y favorezcan el compromiso de los profesionales públicos, y la eficiencia en la prestación de los servicios.
Al margen que en el FORUM seamos conscientes de las dificultades que todo ello conlleva y de que hoy no disponemos de un “clima político” para la introducción de determinadas cambios queremos hacer un llamamiento a minimizar el riesgo de que se replanteen grandes reformas, que en el supuesto caso de ser realmente posibles, se queden en meros eslóganes de marketing.
Al contrario, creemos en la posibilidad de implementar medidas que, como las propuestas en este documento, y aunque no sean tan “impactantes ni mediáticas” son viables, no exigen modificaciones normativas, y se centren en objetivos en la dirección adecuada.
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