De nuevo en esta fechas es un buen momento para formular deseos, tanto a nivel individual como colectivo, establecer compromisos y revisar aquellos que nos formulamos tan sólo hace 12 meses.
Voy a dejar la revisión de los formulados en “la carta” escrita en 2023 para otra ocasión (aunque os anuncio que poco hemos avanzado en ellos) y me centraré en formular mis peticiones a los «reyes magos» divididas en dos bloques. De una parte las de carácter global y de otra las relacionadas con la gestión del empleo que como sabéis es el ámbito a la que desde diferentes perspectivas he dedicado una parte relevante de mi trayectoria profesional. Soy consciente de que no incorporo las que tendrían que ver con temas personales… pero éstas no deben de ser objeto de tratamiento en este blog.
Aunque os pueda parecer reiterativo respecto a los “temas de carácter general” mis peticiones son las siguientes:
- Capacidad para resolver razonablemente los conflictos bélicos que nos tienen “ocupados y distraídos” respecto a otros problemas incluso más graves como el cambio climático y la mejor distribución de la riqueza con la correspondiente reducción de la desigualdad.
- Consciencia de que como seres inteligentes hay otros medios de resolver los conflictos que la destrucción de nuestra propia especie, aunque sea de forma limitada. El riesgo de destrucción global, lamentablemente, cada vez está más cercano.
- Voluntad y firmeza en las convicciones, las actitudes, la motivación y los comportamientos para hacer un uso adecuado de las capacidades que nos distinguen como seres humanos y dirigirlas a construir en todos y todas un mundo mejor.
Y en cuanto al ámbito de la gestión del mercado de trabajo y del empleo mis peticiones son las siguientes:
- Definir e implantar nuevos criterios culturales que nos permitan afrontar mejor las nuevas realidades del mercado de trabajo. El primero centrado en aprovechar al máximo las posibilidades que nos ofrece el actual marco normativo y específicamente la nueva ley de Empleo.
- Modificar los mecanismos del diálogo social para conseguir nuevos consensos que permitan afrontar la realidad del mercado de trabajo en todos los ámbitos empezando por el que supone poner a la empleabilidad y no al empleo en el centro del debate.
- Reducir la dependencia que en materia de gestión tenemos respecto a los tiempos y realidades políticas.
- Abandonar los criterios estrictamente económicos cuando pensamos y diseñamos las políticas sociales dirigidas a equilibrar la desigualdad.
- Poner en marcha nuevos entornos y procesos que faciliten la relación y la colaboración entre los diferentes sectores (públicos con públicos y públicos con privados).
- Incrementar el grado de transparencia en la gestión, evitando los autoengaños conscientes e inconscientes. Por ejemplo, en materia de externalización de los procesos (hoy ya el 70% de la gestión se desarrolla desde fuera del sector público) y en materia de eficiencia (tenemos todavía mucho camino por recorrer).
Espero que los “Reyes Magos” nos den el máximo apoyo posible, aunque tengo la certeza de que “si no nos ponemos a ello con la dosis de voluntad necesaria” en la línea de lo que he propuesto en mi mensaje de fin de año, no conseguiremos avanzar en ninguna de estas realidades/necesidades.
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