Rosabeth Moss Kanter hace algunos años escribió que “la mejor fuente de seguridad para las personas no es la garantía no de un puesto concreto o de un determinado empleador sino de su empleabilidad”.
Se ha escrito y hablado mucho sobre empleabilidad, sobre la capacidad y la necesidad del ser humano de ser “empleable”. Sobre la necesidad de potenciar el espíritu emprendedor como uno de las “salidas” que tenemos para minimizar el impacto del desempleo. No cabe ninguna duda de que hoy este concepto se ha convertido, en uno de los requisitos básicos para el éxito profesional. Cuidar la propia empleabilidad significa:
- Estar al día de los temas relacionados con nuestra actividad profesional.
- Ser capaces de determinar objetivamente nuestros puntos fuertes y débiles.
- Ser conscientes de cual será nuestra contribución profesional más relevante en los próximos tres años.
- Ser objetivos al analizar y explicar los tres últimos fracasos.
- Saber enumerar y explicar los tres últimos éxitos más relevantes.
- Prever las transformaciones más importantes en nuestro sector.
- Disponer de un plan de desarrollo profesional para los próximos 3 años.
- Establecer retos personales y profesionales a alcanzar en este periodo.
- Tener capacidad para hablar claramente con nuestro superior jerárquico.
- Desarrollar un “plan de contingencia” para nuestra actual situación..
Cuando resulta más que evidente que el concepto de carrera profesional ha desaparecido y que la responsabilidad sobre la gestión de “la carrera” se ha trasladado desde las organizaciones a los individuos, Para ello es necesario:
- Pensar en uno mismo como si se tratara de un negocio. En definitiva convertirnos en emprendedores, aunque desarrollemos nuestra carrera profesional trabajando para terceros.
- Definir un producto o servicio y cuáles son nuestras áreas competenciales.
- Conocer nuestro mercado objetivo y a quién vamos a dirigir nuestra mirada para ofrecer nuestros servicios.
- Ser conscientes de que vamos a tener siempre un cliente (aunque insisto trabajemos por cuenta ajena).
- Saber determinar y evaluar sus necesidades.
- Procurar siempre dar el mejor servicio a su cliente. ¿Qué le ofrece Vd. que él valore?
- Estar abiertos a que la relación con nuestro cliente puede romperse en cualquier momento.
- Invertir en nosotros mismos. Conocer nuestra profesión, manteniéndonos permanentemente al día.
- Estar dispuestos a cambiar de actividad y comenzar una nueva cuando las circunstancias lo requieran.
Cuando se habla de que todos somos “agentes libres” hemos de tomar en consideración el que probablemente debamos ya evitar el concepto de carrera para empezar a hablar de empleabilidad como nuevos término a implementar en un futuro que ya estamos viviendo hoy.
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