O el poder de la ignorancia. Carlos Bravo escribió en agosto del 2013 un post en su blog con este título que me ha servido de inspiración para el comentario de hoy.
En él se refiere al hecho de que muchas veces “desconocer lo imposible” hace que las cosas terminen convertidas en realidad. Por cierto aquí os dejo el link a su post: http://www.marketingguerrilla.es/el-poder-de-la-ignorancia/ Para confirmar o ratificar su mensaje pone el ejemplo de su primera “start-up” de la que consiguió financiación sólo con una presentación en Power Point.
Nadie le había dicho que era imposible por lo que finalmente consiguió lo que estaba buscando.
Desconozco si el proyecto terminó consolidándose o saliendo adelante (él no lo expone en su artículo) por lo que es incluso posible que el proyecto terminara fracasando, ( cómo así terminan casi 2 de cada 3 nuevas iniciativas empresariales), pero esto no es lo relevante para el objeto de este mensaje.
En alguna de las descripciones de mi perfil (post, linkedin, presentaciones) indico que he puesto en marcha hasta 12 diferentes proyectos empresariales (de lo cuales 6 han terminado siendo fracasos y sólo 2 pueden considerarse éxitosos (los 4 restantes están en fase de desarrollo). Pero esto aunque pueda ser interesante y significativo para mí y para mi trayectoria personal/profesional también es relevante para el objeto del mensaje que no es otro que la necesidad de que exista un cierto grado de “incerteza» «oscuridad” o “riesgo» en los proyectos empresariales para que estos puedan terminar consolidándose y devenir en éxito.
Y esto tiene que ver con dos temas que me parecen relevantes en este momento: las políticas de desarrollo de emprendedores (que todas las administraciones están llevando a cabo con…… ¿éxito?) y las políticas de contratación de estas mismas organizaciones que tienden a favorecer a los grandes proveedores y que prestan poco soporte a las propuestas de las pymes.
Estaría bien que los que siguen llevando a cabo estrategias de desarrollo e impulso a los emprendedores “burocratizadas” reflexionaran sobre el hecho de que de los proyectos de éxito empresarial en este país probablemente ninguno se haya iniciado con apoyo de tales instrumentos y muchas veces en sectores en claro proceso de recesión y de reestructuración.
Creo que esta en la mente de todos el sector y las empresas a las que me refiero.
También debería de ser objeto de análisis el hecho de que aunque a todos se nos llena la boca con “la transformación digital” y el cambio a llevar a cabo en las organizaciones (a mí el primero) las políticas de reclutamiento de las organizaciones sigan basándose en los mismos esquemas, basándose en buscar a los candidatos/as más adaptables a los perfiles y puestos previamente definidos y rechazando a las candidaturas de personas “disruptivas”.
Si queremos salir adelante, si queremos transformarnos, necesitamos cambiar nuestra cultura y nuestro hábitos. Necesitamos como afirma Carlos en su post «crear personas» que sean capaces de hacer suyo el concepto de que;
“Imposible es únicamente una opinión que puedes cambiar en cualquier momento si realmente lo deseas”.
Y para ello debemos cambiar nuestra actitud vital y la de las organizaciones. Y lo necesitamos rápidamente si queremos enfrentarnos con éxito a los retos que tenemos por delante.
Por cierto sobre el tema de la actitud al que me referiré en otro post en las próximas semanas os permito poneros el enlace a un video de 10m en el que Victor Kuppers habla sobre este concepto. https://www.youtube.com/watch?v=nWecIwtN2ho Si no lo habéis visto no os lo perdáis.
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