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Según el Foro Económico Mundial en su estudio “The Future of Jobs”, la innovación en materia tecnológica será la principal responsable de las transformaciones que nos llevarán a trabajar de manera diferente en los próximos años.

Un informe cuya primera edición se desarrolla en el año 2020 y que os invito a seguir por su interés.

Los cambios tecnológicos y organizativos tendrán un profundo impacto en el paisaje del empleo en los próximos años. Recordemos que ya estamos empezando a vivir contextos laborales cargados de ocupaciones y puestos de trabajo que no existían hace 10 años. Y este proceso no hará más que acelerarse en el futuro.

Existen estimaciones solventes que afirman que 2 de cada 3 niños y niñas que hoy ingresan en la escuela primaria (6 años) van a desarrollar actividades profesionales que hoy no existen. En un panorama laboral que evoluciona tan rápidamente es necesario que dispongamos de sistemas formativos capaces de desarrollar, anticipar y preparar a nuestros jóvenes para la adquisición de  las competencias que nos exigirán los nuevos contextos laborales que se crearán en un próximo futuro.

Un contexto en el que todos (desde los líderes políticos, las instituciones públicas, las empresas/organizaciones y los propios profesionales) debemos actuar consecuentemente. El panorama que se presentará en los próximos años obligará a los trabajadores a reforzar sus habilidades para poder competir ya no solamente con otros individuos, sino también con los avances que traerá consigo la innovación.

En la visión del Foro Económico Mundial todos estos cambios en la innovación y el desarrollo van a estar divididos en tres grandes áreas: tecnológica, sociolaboral y económica: La innovación tecnológica se está produciendo ya a través de los dispositivos móviles, la nube, el Big Data, la robótica y el internet de las cosas (hoy deberíamos incorporar la inteligencia artificial). La sociolaboral que plantea la revisión de elementos como la flexibilidad en las prestaciones laborales, los nuevos modelos organizativos, el trabajo a distancia y el balance entre la vida personal y profesional. En la de carácter económico destacan aspectos como el cambio climático, los nuevos modelos energéticos, el incremento de la desigualdad, la tensión entre los procesos de globalización y la economía de la proximidad, el incremento de la longevidad etc.

Todo esto conlleva la conclusión de que las cinco competencias o habilidades que más van a demandar las organizaciones para acceder a los puestos de trabajo que se van a crear en los próximos años son las siguientes:

Capacitación tecnológica: Los/las profesionales deberán manejarse en los nuevos entornos tecnológicos y las nuevas herramientas.

Flexibilidad laboral: Que implica capacidad para adaptarse a los nuevos contextos laborales, y la habilidad de saber concentrarse para tener la disciplina y la constancia suficiente para ser productivo en cualquier situación.

Capacidad Analítica: Una competencia que deriva directamente de una de las mayores innovaciones que se producirán en los modelos de trabajo con la introducción de la Inteligencia Artificial. Exigirá disponer de la competencia y de las habilidades para evaluar e interpretar todos los datos que lleguen a sus manos y aprovecharlos para tomar mejores decisiones.

Adaptación a diferentes contextos: La ventaja competitiva en este aspecto será fundamental lo que implica no sólo la competencia lingüística sino la de tener la competencia y la disponibilidad para actuar en diferentes entornos culturales y laborales.

Autoexigencia en el desempeño: Una competencia que supone disponer de la motivación para el aprendizaje y el desaprendizaje permanente, para no acomodarse en un determinado contexto y tener la disponibilidad necesaria para abandonar las zonas de confort y afrontar positivamente los retos y cambios funcionales y organizativos.