Trabajo en una organización de servicios y las cosas nos van razonablemente bien. Sin embargo creo que estoy en una vía muerta. No tengo posibilidades de desarrollo y me estoy planteando un cambio. ¿Qué puedo o debo hacer? Javier L (Bilbao)
La mayoría de las compañías sólo visualizan el corto plazo en la gestión de personas. A pesar de muchas expresiones “grandilocuentes” en muchas de ellas se hace realmente poco por potenciar/favorecer o agilizar el desarrollo de sus equipos humanos. Cuando no conseguimos ser los números uno o “estar en la cresta de la ola” es cuando es probable que las compañías se olvidan de sus personas.
Sin embargo al contrario, las organizaciones que cuidan a las personas, son las que consiguen un plus de excelencia que otras no logran. Son organizaciones que sacan mucho más de sus profesionales. Y ese plus suele estar basado en razones subjetivas, y tiene su fundamento en la capacidad para dar respuestas en términos de «salario emocional» o simplemente de las posibilidades de desarrollo.
Todos los profesionales tenemos momentos de alto rendimiento y también momentos de declive. Esta circunstancia puede deberse a factores objetivos o simplemente a factores emocionales. Cuando no nos sentimos respetados se rompe el contrato emocional con la organización a la que estamos vinculados. Por eso, a pesar de tus éxitos, de la fama de estrella que tengas, de tu rendimiento y las recompensas que obtengas hoy, debes plantearte muy seriamente cómo se tomará tu compañía la hora de tu declive profesional. Probablemente, javier, este momento ha llegado ya para ti y por ello mi consejo es el de que debes prepararte para un futuro que probablemente pasará por otro entorno/organización.
Encontrarás muchos consejos si “buceas” con interés en mi blog. Pero en todo caso recuerda que “saber salir” es a veces tan o más importante que “saber entrar”. Debes de prepararte, definir un objetivo, marcarte un plan, ser coherente con las acciones que adoptes y no desmotivarte por los primeros fracasos. Recuerda que lo único que no te abandonará nunca será tu marca profesional y en ella tiene mucho peso los retos que hayas alcanzado en tu organización e incluso lo que ésta opine de ti.
Muchos expertos ponen límites temporales a los intervalos razonables de permanencia en un proyecto/empresa. No les hagas mucho caso. Superados los 2/3 primeros años cualquier momento es adecuado cuando como parece no existe ni un buen “feeling” ni una buena motivación para la continuidad. En todo caso deberás preparar coherentemente en tu argumentario las razones porque deseas –ahora- el cambio que estás dispuesto a llevar a cabo.
Javier te deseo mucha suerte…
Y por cierto aprovecho este mensaje para dar mi reconocimiento a Forges…. sus viñetas en materia de empleo han sido son y serán una excelente fuente de inspiración y reflexión.
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