La creatividad y la innovación se están convirtiendo en elementos determinantes del éxito empresarial. Y en mucho casos, incluso de la mera supervivencia.
Así inicia Xavier Camps sus reflexiones incorporadas en el post “7 prácticas para liderar el proceso de innovación en RRHH” al que puedes acceder en http://thejazzmusician-xavier.blogspot.com.es/2016/02/7-practicas-para-impulsar-el-proceso-de.html
Un post en el que cuenta la anécdota siguiente: “Imaginemos que formamos parte de un equipo de fútbol con colegas de la universidad. Todos somos claramente amateurs que intentamos mantenernos en la mejor forma posible, aunque la edad no perdone. Imaginemos que un día unos conocidos nos plantean jugar un partido. Vamos confiados y dispuestos a divertirnos pero al llegar notamos que algo anda mal: los rivales miden casi dos metros, pesan 120 musculosos kilos, en vez de 11 son 15 y ofrecen jugar con una pelota ovalada.
Todos somos capaces de reconocer que lo que nos proponen en jugar al rugby. Ahora bien imaginemos que nunca hemos visto u oído hablar de este deporte. Es probable que inicialmente lo único que discutiéramos fuera el número de jugadores. Imaginemos que ellos aceptaran y que iniciáramos el partido. Nuestra sorpresa sería mayúscula pues tras la patada inicial nuestros contrarios se iban a poner a jugar con las manos. Es claro que lo que iba a ocurrir es que nos íbamos a enzarzar en una discusión que nos llevaría a la imposibilidad de jugar el partido y mucho menos disfrutar”.
Lo que pone en evidencia esta “historia” es que en la vida real estamos acostumbrados a enfrentar los desafíos con herramientas conocidas. Aunque nos gusta y nos encontramos cómodos en las situaciones de seguridad somos conscientes de que vivimos en entornos de cambio a los que nos enfrentamos con el bagaje del conocimiento y experiencia que hemos incorporado en nuestra experiencia vital. Por tanto somos más capaces de afrontar los “cambios evolutivos” que los “radicales”.
Sin embargo si miramos hacia atrás y simplemente nos situamos 10 años atrás constatamos que los cambios que se han producido han sido brutales y además este proceso todavía parece más relevante, si tomamos consciencia de que sólo estamos en las primeras estaciones de un viaje que va a seguir acelerándose en los próximos años.
Una tendencia que es válida para muchos de nuestros hábitos vitales pero que sin duda va a tener mayor impacto en los organizativos y particularmente en los de la gestión de personas.
Recientemente nos preguntábamos en un evento organizado por DCH en Barcelona sobre la existencia de la función de RRHH en 2030. La simple pregunta pone en antecedentes de los cambios con los que vamos a tener que enfrentarnos en los próximos años.
Volviendo a la “historia” contada por Xavier… antes del encuentro con el otro grupo formábamos un equipo preparado y motivado para un objetivo (introducir la pelota con el píe en la portería del equipo contrario) cada uno de nosotros tenia definido un rol, probablemente contábamos con un líder, etc. Todo estaba más o menos claro… pero ¿que ocurre cuando el entorno, el mercado o las circunstancias nos obligan a cambiar el objetivo?…..Seguimos jugando con una pelota pero esta resulta que es ovalada, se juega fundamentalmente con las manos y además el contacto físico está permitido……
Simplemente, y no es poco, tenemos que redefinir nuestro marco mental, nuestras estructuras y roles….. Sin embargo estamos acostumbrados a enfrentarnos a estos cambios dentro de un determinado marco conocido.
Aunque la generación actual (europea) sea, probablemente, la primera que no ha tenido que vivir en una situación de guerra, sus integrantes somos, los que hemos y vamos a tener que convivir y aceptar el mayor volumen de cambios en el transcurso de nuestra existencia.
Esta es la forma que tenemos todos (organizaciones y personas) de aprender. Nos es relativamente fácil incorporar nuevas reglas, nuevas situaciones, adaptarnos a determinados cambios pero…. ¿Qué ocurre cuando no nos cambian una regla sino el deporte por completo?. Recordemos que el rugby no es “un tipo de fútbol que se juega con las manos” sino un entramado completamente distinto de reglas que lo único que tienen de parecido con el fútbol es que se juega en equipo, con una pelota (aunque esta no sea redonda) y en el que también existe algo parecido a una portería.
La transformación, que hoy nos toca vivir en el seno de nuestras organizaciones, es desde muchos puntos de vista similar a la que nuestro equipo de “fútbol” debería de hacer para asimilar las reglas y las formas que exige el rugby.
Entendiendo además que en un «partido» entre jugadores de rugby y otros de fútbol todos somos conscientes de quién tendría «las de ganar»….. ¿no?.
Por tanto estamos viviendo una transformación que desde el punto de visto de RRHH, va a exigir cambiar las reglas, gestionar nuevas herramientas y dar nuevas respuestas. En otras palabras un proceso que le exige convertirse en el motor de la innovación en el seno de las organizaciones,
En los próximos años es más que probable que los modelos organizativos que han dominado la gestión y el crecimiento de las organizaciones (prácticamente desde que estas existen) cambien radicalmente. No se trata de incorporar nuevas reglas (jugar con las manos, no poder mover la pelota hacia delante, etc) sino de adaptarnos a escenarios completamente diferentes. Y recordemos que las personas necesitamos de un marco de estabilidad y seguridad para dar lo mejor de nosotros mismos.
Un gran reto para los gestores de RRHH.
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