Un cliente satisfecho que cuenta a un amigo, a un conocido, al conductor del autobus, al taxista, a un desconocido lo contento y satisfecho que está con un producto o servicio es una publicidad que vale su peso en oro.
Esta historia basada en el pensamiento de Tom Peters plantea lo importante que es el «boca a boca» para la publicidad. «A un conocido mio le gusta relatar lo que considera la experiencia más perfecta de la publicidad de viva voz.
Hace unos años estaba mi colega sentado en un aeropuerto pensando en sus asuntos, cuando una mujer que estaba sentado unos asientos más allá, después de hacerle una fuerte sonrisa se dirigió hacia él, le puso en las manos un ejemplar de un libro que se suponía acababa de leer y le dijo: Acabo de terminarlo, tengo el corazón palpitando, tiene usted que leerlo.
En aquel momento y en aquel lugar mi colega tuvo la certeza de que probablemente el autor había escrito un libro excelente. Y fue consciente de que no había mejor manera de desencadenar una excelente campaña de marketing que el contacto directo y lo más personalizado posible con nuestros clientes».
Extraordinario. Recordemos que Zara no se ha gastado ni un céntimo en publicidad en toda su historia.
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