Aunque la frase original de Nelson Mandela es “siempre parece imposible hasta que se hace” yo prefiero la versión “hasta que lo hacemos”.
Creo que en este momento y después de todo lo ocurrido en este funesto año 2020 es coherente plantearse como reflexión para este fin de año la frase que Nelson Mandela formuló a su salida de la cárcel y próximo al inicio del periodo en que Sudáfrica superó el
Decía en el post publicado por estas fechas el año pasado (recordemos cuando no éramos todavía conscientes de lo que nos iba a ocurrir a partir de Marzo-2020) que la frase escogida en ese momento, “si lo sueñas podrás hacerlo” atribuida a Walt Disney era la más apropiada “para afrontar los retos que, desde todos los entornos, nos afectan en un momento de gran incertidumbre tanto en el plano personal como global”.
Pues bien, estamos viviendo probablemente, la crisis más importante de las vividas por el ser humano desde la Segunda Guerra Mundial, y nos enfrentamos a muchas cosas que nos van a resultar totalmente desconocidas.
Vivimos y vamos a vivir tiempos de cambio, en los que el ser humano ha de ser capaz de seguir sorprendiéndose a sí mismo. Y cada día estamos más cerca de la que puede llegar la ser la más relevante de todas las crisis… Y me refiero, evidentemente, a la que va a producirse como consecuencia de los efectos del cambio climático.
Si queremos sobrevivir y prosperar en esta era de incertidumbres de toda índole, todos tendremos que aprender a superar las dificultades. Aunque estamos mentalmente programados para pensar a corto plazo, tendremos que enseñarnos unos a otros, y a las generaciones futuras, a mirar hacia el futuro. Estamos obligados a superar este reto y ello exige perfeccionar nuestras habilidades críticas y analíticas, y desarrollar una mayor capacidad de anticipación, adaptación y resistencia. En otras palabras desarrollar nuestra RESILENCIA.
Esperemos que, el futuro no sea tan negro como muchos imaginan gracias a nuestra capacidad de soñar y de hacer que los sueños puedan convertirse en realidad. Esperemos que algo hayamos aprendido en 2020. Esperemos también que en 2021, parafraseando a Mandela, seamos capaces de hacer posible lo imposible.
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