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Cuando desde Alius Modus nos planteábamos cuál sería el tema para la primera convocatoria de nuestro premio a iniciativas sociales innovadoras, no nos costó demasiado decidirnos por migración y mercado laboral. 

En primer lugar, porque la unión de los dos conceptos ha sido el embrión del proyecto y lo que dió sentido a la creación de un equipo tan diverso como el nuestro: buscando profesionales especialistas de uno y otro ámbito. En segundo lugar, porque en el actual contexto de crisis económica y con el gran incremento del desempleo, seguramente es, de todos nuestros ámbitos temáticos, el que de más actualidad está y el que mayores retos nos plantea.

El pasado 31 de Octubre tuvo lugar el cierre de la convocatoria del I Premio Alius Modus.

Desde Alius Modus constatamos que no podemos entender el desarrollo económico y social de nuestra sociedad en las últimas décadas sin la aportación de la inmigración. Por este motivo, consideramos básico tener en cuenta cuál puede continuar siendo la aportación de la población de origen extranjero en la resolución de la actual situación y en el futuro.

Tenemos el convencimiento de que, a pesar de la situación de crisis y de las voces que culpabilizan a la inmigración del incremento de la desocupación, la población de origen migrante continúa siendo fundamental para nuestra sociedad y nuestra economía. Y no sólo por su valor instrumental sino también por la riqueza que aporta o puede aportar como mano de obra, en el crecimiento demográfico o como contribuyentes. También porque pensamos que desde una perspectiva democrática es discutible que podamos prescindir de determinados ciudadanos y ciudadanas (aunque no tengan nacionalidad) cuando circunstancialmente no “nos interesan”.

Pensamos que la población inmigrada supone un potencial que nuestra sociedad todavía no ha sabido reconocer y aprovechar. En primer lugar, las personas de origen extranjero representan un capital humano muy importante:

  • Muchas de las personas que han llegado en las últimas décadas, tienen un buen nivel formativo, experiencia profesional y voluntad de trabajo. Los datos muestran como la incidencia de la subocupación es elevadísima entre la población inmigrada: hay personas muy preparadas ocupando lugares de trabajo poco calificados, mientras que (incluso ahora) continúa habiendo dificultades para cubrir determinados empleos. La dificultad de acceso de las personas inmigradas a ciertos circuitos relacionales, los problemas para convalidar los títulos, la falta de reconocimiento de la formación y/o experiencia en origen… hacen que este potencial quede desaprovechado.
  • Buena parte de la población inmigrada o de origen inmigrado dispone, por su misma trayectoria, de capacidades específicas que pueden ser altamente competitivas y proporcionar valor añadido a los empleos que ocupen: competencias multilingües y multiculturales, valor del esfuerzo, capacidad de adaptación, creatividad…
  • Otra aportación evidente de la población inmigrada es la emprendeduría. Encontramos cada vez más emprendedores y emprendedoras, que con su empuje y su iniciativa generan riqueza y lugares de trabajo. Potenciar y favorecer su iniciativa es otra de las vías a considerar.

Por otro lado, una segunda aportación claramente vinculada a la inmigración de origen extranjero tiene que ver con la transnacionalidad. La presencia de personas de diferentes orígenes en nuestro país y las redes de relación y contacto transnacional que mantienen y genera, abren nuevos escenarios y nuevas posibilidades a nuestra sociedad: movilidad y diversidad son dos de los elementos que es necesario explorar y explotar. Formamos parte de un mundo más grande, global, y en él podemos encontrar respuesta a muchos de los problemas locales.

El hecho migratorio y, en general, la diversidad, no se puede gestionar de manera reactiva y como un problema que necesita solución (ni en relación al mercado laboral, ni en ningún otro ámbito). El hecho migratorio es un ingrediente estructural más (como la apuesta por sectores estratégicos, la inversión de capitales, los modelos formativos y educativos…) para la construcción del modelo socio-económico del futuro.

Por todas estas razones, en Alius Modus pensamos que es necesario entender la aportación de la población inmigrada y las oportunidades que estas personas y las migraciones generan en nuestro mercado laboral. Por tanto, queremos contribuir con la iniciativa del Premio a facilitar el debate que permita instrumentar herramientas que faciliten la movilidad y el acceso normalizado y sin restricciones de todas las personas residentes a la ocupación y a la posibilidad de contribuir con su esfuerzo al desarrollo económico y social.

Somos conscientes de que esta solicitud puede ser poco comprendida en estos momentos, cuando lamentablemente tenemos niveles de desempleo muy elevados, y que por otra resultaría de interés que muchos de estos inmigrantes pudieran volver a sus países de origen. Sin embargo la corrección de los niveles de desempleo y la movilidad de los inmigrantes depende de cambios estructurales que no están claramente a nuestro alcance.