La llegada del año nuevo nos hace plantearnos muchas preguntas y también genera algunas expectativas positivas. Vamos a analizarlas.
Para no cansaros me he permitido escoger las 3 que considero más relevantes: ¿Cuál será el impacto real de la Presidencia de Trump en los EEUU?, ¿Qué va a ocurrir tras la derrota “militar” del Estado Islámico y el posible traslado del conflicto a un entorno más global?, y la última ¿Vamos realmente a darnos cuenta de que estamos en un proceso cuasi irreversible de cambio climático?.
Entre las certezas positivas quiero destacar: el hecho de que estamos aprendiendo a resolver (por lo menos en una parte del globo) los conflictos sin matarnos unos a otros y la confirmación (yo la considero positiva) de un modo ya irreversible de que estamos inmersos en un proceso de transformación “vital” (por qué no será únicamente tecnológica y cultural).
En un plano más cercano tampoco deberíamos olvidarnos de los deberes que tenemos que hacer para cambiar el paradigma económico y los que se derivan de todo lo ocurrido en Catalunya. Porqué (como por otra parte era previsible) la situación no se ha resuelto, ni mucho menos, tras las elecciones del día 21/12.
Como veis un corto listado de hitos que marcarán nuestras vidas en este año, que iniciaremos dentro de sólo 3 días. Una situación que una vez más refuerzan el mensaje de que
Seguimos viviendo tiempos de cambio, en los que a menudo, no parece que hagamos lo suficiente para enfrentarnos a la realidad. Una situación en la que, finalmente, seguimos sorprendiéndonos a nosotros mismos.
En el plano personal, 2017, ha sido el de la consolidación de una serie de actividades profesionales, fundamentalmente en el entorno del cambio, la tecnología y las personas (Facthum Cat) que espero terminen confirmándose positivamente en 2018.
Socialmente, nos queda mucho por hacer. Asisto atónito al hecho de que nuestra clase política se muestre incapaz de enfrentarse a una situación –que aunque parezca puntualmente favorable- se sustenta en bases que no controlamos (coyuntura internacional y turismo) sin que hayamos abordado ninguna reforma estructural de calado que nos sitúe (más allá de las cuestiones coyunturales e independientes de nuestra voluntad) en una mejor situación ante cualquier otro impacto similar al que vivimos a partir de 2008-2009.
Permanece la necesidad de poner en marcha cambios que deberían sostenerse en el desarrollo de la innovación en todos los ámbitos, en un intenso y profundo esfuerzo para el desarrollo de la calidad de nuestro capital humano, y en el impulso y desarrollo de nuevos hábitos formativos que sirvan de fundamento a los cambios culturales que precisamos para poder ser más competitivos y eficientes en un mundo cada vez más global. Unos deseos que estoy convencido que compartís conmigo.
Mientras tanto, OS DESEO LO MEJOR EN 2018, UN AÑO EL QUE ESPERO QUE PODÁIS ALCANZAR VUESTROS OBJETIVOS PERSONALES Y PROFESIONALES.
Un año que para mí será un tanto especial, entre otras razones, porqué este blog cumplirá su Décimo Aniversario. Un hito relevante… creo.
Para terminar recordaros que:
«Lo único que sabemos del futuro es que será diferente».
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